El Papa Benedicto XVI sostuvo un encuentro privado de más de 30 minutos con el presidente de México, Felipe Calderón, en el que habrían hablado sobre la violencia, la pobreza y la importancia de velar por valores fundamentales como la vida y la familia.
El encuentro se realizó en la casa del Conde Rul, una de las joyas arquitectónicas de la ciudad de Guanajuato. Fue una reunión a solas donde no se permitió el ingreso de los miembros de las comitivas.
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Como se sabe, México afronta actualmente los golpes del narcotráfico y el crimen organizado, que han elevado el número de muertos a causa de la violencia. Ayer en su discurso de bienvenida el Papa afirmó que reza “por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia”.
Asimismo, la capital del país se ha convertido en uno de los pocos lugares en América Latina donde el aborto y las uniones homosexuales están permitidos. Esto ha sido criticado duramente por los obispos locales, por lo que se especula que la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia y el matrimonio fundado en la unión entre un hombre y una mujer, pudo haber sido tratado en el encuentro entre Benedicto XVI y Calderón.
En horas de la tarde, el vocero de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, recordó que se sabe “que (el Papa) no tiene las soluciones políticas, técnicas de orientación por los problemas de México de la seguridad y de la lucha contra la violencia. Tiene gran contribución de inspiración y motivación”.
El encuentro con Calderón tuvo lugar luego que el Papa recibiera la llave de Guanajuato de manos del alcalde Édgar Castro Cerrillo. La llave fue elaborada en níquel y contiene la imagen de la Virgen de Guadalupe incrustada en la manija.