El Director de la Sala de Prensa del Vaticano, Padre Federico Lombardi, explicó que el Papa Benedicto XVI se sorprendió gozosamente por la impresionante y calurosa acogida con que le recibieron en el continente Latinoamericano.
El Papa Benedicto XVI aterrizó ayer en tierras Mexicanas y recorrió parte de León Guanajuato en papamóvil para saludar y bendecir a la población mexicana.
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A través del informativo semanal Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano, el Padre Lombardi consideró que el “el calor latinoamericano no es menor al africano. Y los mexicanos al expresar su afecto y alegría no quieren ir por detrás de nadie. También es hermoso ver en la gente tanta sincera e intensa alegría suscitada al ver pasar fugazmente a un Pontífice tan anciano”.
“Es un signo de que la gente intuye que les trae un mensaje precioso para su vida y para su paz”.
“Cada sonrisa que ilumina un rostro es un rayo de luz, una invitación a sonreír a su vez. Un diálogo eficaz, aunque sin necesidad de palabras. Para quien sigue al Papa en sus viajes, las sonrisa, el dar palmas, las expresiones de alegría a través de la calle son uno de los aspectos que más nos impresionan”, dijo.
“A veces, nos siguen por kilómetros y kilómetros, pero no son nunca una masa, son siempre innumerables personas individuales, almas e historias únicas que hablan a través de sus ojos y sus gestos”.
“El Papa quedó muy tocado”, y “habla a menudo de la alegría cristiana, una alegría profunda que nace de la fe en Cristo Resucitado, que nadie podrá jamás robar al creyente. Su discurso es profundo. Esperamos que la alegría de la acogida –a través de la escucha del Evangelio-, madure en la alegría de la esperanza que no desilusiona”, concluyó.