Hoy 16 de marzo se cumplen 10 años del brutal asesinato del Arzobispo de Cali (Colombia), Mons. Isaías Duarte Cancino, ultimado por miembros de la guerrilla narcoterrorista de las FARC a la salida de una iglesia tras haber celebrado un matrimonio masivo de 105 parejas.
Según señala el diario El Tiempo, en el barrio Ricardo Belálcazar, en donde asesinaron al Arzobispo, se inauguró una "fuente de la vida" con la imagen de Mons. Duarte.
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El acto estuvo presidido por el actual Arzobispo de Cali, Mons. Darío de Jesús Monsalve, que presidió luego una Misa en la Catedral de San Pedro que repicó sus campanas a mediodía como homenaje al fallecido pastor.
En declaraciones al citado diario, Mons. Monsalve dijo que este 10º aniversario es punto de partida para la reconciliación y para retomar el camino trazado por el fallecido Arzobispo.
"Para que no caigamos en las garras de la avaricia, la corrupción, la violencia y el narcotráfico. Realidades que él señaló, por eso se hizo incómodo y lo llevó a la muerte", dijo.
Un mes antes de su muerte había advertido a sus feligreses de que el narcotráfico había irrumpido en la campaña electoral.
"En Cali nos comprometemos a amar la vida propia y la de los demás; a rechazar todo tipo de violencia; a dar buen trato a nuestros semejantes; a reconciliarnos con las naturaleza; a amar más y no odiar; a exigir respeto por los derechos humanos; a tratar a los demás como queremos ser tratados", señala el manifiesto por la vida con el que se recuerda a Mons. Duarte.
El Prelado también acuñó la frase "los queremos vivos, libres y en paz", cuando los secuestros masivos golpearon la región del Valle del Cauca.
Junto al Padre Gersaín Paz, colaborador por muchos años del Arzobispo Duarte y vicario de la Reconciliación, preside con el Arzobispo Monsalve este viernes, a las 6:00 p.m. la gran vigilia de oración por las víctimas de la violencia en la plazoleta de San Francisco, frente a la sede de la Gobernación.
El legado
Cuando supo de la noticia del homicidio del Prelado, el Beato Juan Pablo II dijo "pastor generoso y valiente en el anuncio de la Buena Nueva ha pagado con tan alto precio su enérgica defensa de la vida humana, su firme oposición a todo tipo de violencia y su dedicación a la promoción social desde las raíces del Evangelio".
Mons. Isaías Duarte fue asesinado por dos sicarios en motocicleta en la entrada de la parroquia El Buen Pastor. El día del homicidio, escribe su biógrafo, el Padre Efraín Montoya Flórez, Mons. Duarte repitió en dos ocasiones la Oración del Abandono de Carlos Foucauld, beato francés: "Padre mío me abandono en ti. Haz de mí lo que quieras".
Un mes antes de su muerte, el Prelado que sabía que las FARC ya lo tenían como blanco porque les era incómoda su presencia, ya había elaborado su testamento.
El apartamento que tenía lo donó a la diócesis de Apartadó y Bucaramanga; el cáliz de oro que conservaba desde que fue ordenado sacerdote se lo regaló a la catedral de la Sagrada Familia, también de Bucaramanga. No tenía más posesiones.
Más información sobre las celebraciones en http://www.cec.org.co/?apc=I1-;;;-&x=39146