El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Francis Chullikatt, señaló que el Vaticano comparte la convicción internacional de que se debe combatir y eliminar el mercado ilegal de armas, causa de conflictos e inestabilidad en diversas partes del mundo.
El Arzobispo dijo esto el 13 de febrero durante la 4° sesión del Comité Preparatorio de la Conferencia ONU sobre el Tratado del Comercio de Armas en Nueva York (Estados Unidos).
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Para resolver esta realidad tan problemática, es necesaria una acción responsable, compartida por todos los miembros de la comunidad internacional. Esa acción ha de implicar a Estados, Organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales y sector privado", señaló.
En ese sentido, dijo que el Tratado debe tener un ámbito de aplicación más amplio, que abarque también las armas ligeras, de pequeño calibre y sus municiones.
"Los criterios de aplicación del Tratado deben contener referencias a los derechos humanos, al derecho humanitario y al desarrollo, ya que son los tres campos en los que repercute fuertemente el comercio ilícito de armas", añadió.
Mons. Chullikatt afirmó que su éxito "dependerá también de su capacidad para promover y reforzar la cooperación y la asistencia internacional entre los Estados".
El Arzobispo dijo que se deben mantener las disposiciones sobre asistencia a las víctimas. "Los mecanismos de revisión y actualización del Tratado deben ser fuertes y creíbles, capaces de incorporar con prontitud los avances en el campo que abarca el ATT, que debe estar abierto a las posibles evoluciones tecnológicas", añadió.