El Papa Benedicto XVI señaló en el rezo del ángelus de este domingo que la fe en el amor de Dios permite superar las pruebas que la enfermedad pone a las personas; incluso aquellas que parecen insuperables.
En una blanca Plaza de San Pedro a causa de la intensa nevada y en el marco de la Jornada Mundial del Enfermo que se celebra el próximo 11 de febrero, Fiesta de la Virgen de Lourdes, el Santo Padre señaló que la enfermedad "es siempre una prueba que puede hacerse larga y difícil".
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El Papa indicó que "cuando la sanación no llega y los sufrimientos se prolongan, estamos como abatidos, aislados y entonces nuestra existencia se deprime y se deshumaniza". Es entonces que "la Palabra de Dios nos enseña que existe una actitud decisiva y de fondo con la cual afrontar la enfermedad y es aquella de la fe".
"Pero ¿fe en qué cosa? En el amor de Dios. He aquí la verdadera respuesta que supera radicalmente el mal. Como Jesús que ha afrontado al Maligno con la fuerza del amor que le venía del Padre, así podemos afrontar y vencer las pruebas de la enfermedad teniendo nuestro corazón inmerso en el amor de Dios".
Además, "Jesús lo repite siempre a las personas que alivia: Tu fe te ha salvado. Incluso ante la muerte, la fe hace posible aquello que humanamente no lo es", dijo.
En referencia al Evangelio de hoy en el que Jesús cura a enfermos, el Papa Benedicto XVI exhortó a hacer "también nosotros como la gente de los tiempos de Jesús", y "espiritualmente presentémosle a Él a todos los enfermos, confiados en que Él quiere y puede sanarlos".
Tras recordar las palabras de Jesús "no son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos", en relación también a los pecadores, el Papa dijo que la enfermedad es una condición típicamente humana, "en la que experimentamos que no somos autosuficientes, sino que tenemos necesidad de los demás".
En ese sentido, dijo, "¡la enfermedad puede ser un momento saludable en el cual se puede experimentar la atención de los demás y brindar atención a los demás!".
El Pontífice dijo además que "las enfermedades son el signo de la acción del mal en el mundo y el hombre, mientras que la sanación demuestra que el Reino de Dios está cerca. Jesucristo ha venido a derrotar el mal de la raíz y las curaciones son el anuncio previo de su victoria, su Muerte y Resurrección".
El Papa recordó el ejemplo de la joven Beata Chiara "Luce" (luz) Badano, quien falleció a los 18 años tras sufrir cáncer a los huesos. En su camino, dijo el Santo Padre, asombraba por su "luz y confianza" a quienes la visitaban.
"En la enfermedad, todos tenemos necesidad de calor humano y para confortar a una persona enferma, más que las palabras, cuenta la cercanía sincera", agregó.
En su saludo en español el Papa dijo que Jesús "une estrechamente su predicación y cuidado por los enfermos a una intensa oración y de este modo el Maestro se prolonga también hoy en la vida y misión de la Iglesia".
"Que la Virgen María asista a cada uno de sus hijos para saber conjugar siempre la actividad apostólica y misionera con una ferviente plegaria a Dios", añadió.
Jornada por la Vida
Luego del rezo del ángelus el Papa se refirió a la celebración hoy en Italia de la Jornada por la Vida, "iniciada para defender la vida naciente y en todas las fases y condiciones de la existencia humana".
"Este año –explicó– el mensaje de los obispos propone el tema ‘Jóvenes abiertos a la vida’. Me asocio a los pastores de la Iglesia en Italia al afirmar que la verdadera juventud se realiza en la acogida, en el amor y en el servicio a la vida".