Uno de los principales líderes pro-vida de Uruguay denunció que los promotores del aborto en ese país quieren aprobar esta práctica "a como dé lugar", luego que el pasado 27 de diciembre los senadores dieran la media sanción al proyecto que en marzo será votado en la cámara de diputados.
En comunicación telefónica con ACI Prensa el 13 de enero, el Secretario Ejecutivo de la Pastoral para la Vida y la Familia en Uruguay, Víctor Hugo Guerrero, señaló que los senadores debían salir de vacaciones el 15 de diciembre, pero en vista de que "parece existir una orden de no se sabe quién exactamente para aprobar el aborto a como dé lugar", se convocó a una sesión extraordinaria.
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La sesión se realizó el 27 de diciembre y duró 9 horas. Solo uno de los senadores del Frente Amplio, el partido de gobierno, salió de la cámara para no votar a favor del proyecto –que despenaliza el aborto hasta la 12 semana de embarazo– fue finalmente aprobado por 17 votos a favor y 15 en contra.
Guerrero dijo además que Uruguay "no necesita, en lo absoluto, una ley que apruebe el aborto", al contrario requiere "que se haga respetar las leyes que ya existen" como aquella que sanciona a los médicos que lo practican y a los lugares en donde se realizan.
Uruguay, dijo el líder pro-vida, requiere también que se aprueben proyectos que alienten la maternidad, "que ayuden a los madres que tienen que trabajar para que sus hijos estén reguardados" y a las embarazadas.
Guerrero explicó asimismo que este tipo de normas que los promotores del aborto quieren aprobar no convienen ya que "es necesario ayudar al Uruguay profundo, que se aliente a que haya más población y mejores condiciones de vida para los ciudadanos".
Víctor Hugo Guerrero expresó luego su satisfacción por el apoyo de todos y cada uno de los obispos de Uruguay a la causa de la defensa de la vida, expresada en varias ocasiones como en la carta que enviaron al senado el pasado 5 de diciembre.
En la misiva respaldaron la denuncia realizada el 29 de noviembre por Guerrero y su esposa Gabriela López en el senado, sobre el hecho que existen intereses internacionales para despenalizar el aborto en el país.
La carta de los obispos de Uruguay expresa "la posición de la totalidad de los Obispos que integramos la Conferencia Episcopal del Uruguay (que está) en sintonía con el magisterio de la Iglesia Católica en todo el mundo", que defiende la vida en todas sus fases, desde la concepción hasta la muerte natural, y rechaza el aborto.
El aborto provocado es la eliminación o asesinato de un ser humano dentro del vientre de la madre. La doctrina católica y la ley natural coinciden en que nunca tiene justificación pues nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de otra persona, menos la de los más débiles e inocentes; los no nacidos.