El líder de la Fraternidad San Pío X (FSSPX-lefebvristas), Bernard Fellay, señaló que "es cierto que este preámbulo doctrinal no puede recibir nuestra adhesión", en referencia al texto que contiene los requisitos mínimos que deben aceptar para ingresar a la plena comunión de la Iglesia Católica entregado a ellos por el Vaticano.
La Fraternidad San Pío X agrupa a los seguidores del arzobispo Marcel Lefebvre que falleció excomulgado en 1988 por ordenar cuatro obispos sin permiso del Papa.
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El 28 de noviembre y en diálogo con DICI, el órgano informativo lefebvrista, Fellay explicó que el preámbulo doctrinal es "un documento que puede ser clarificado y modificado, como señala la nota que lo acompaña. No es un texto definitivo".
"En poco tiempo redactaremos nuestra respuesta al documento, subrayando con franqueza las posiciones doctrinales que vemos como indispensables", añade Fellay y explica que ésta será entregada al Vaticano para escuchar su contestación y revisar luego "las opciones que queden" para finalmente hacer público el documento final rechazado o aprobado por la fraternidad.
El pasado 14 de septiembre el Vaticano dio a conocer un comunicado en el que explicó que el Preámbulo entregado a los lefebvristas ese día "establece algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el ‘sentire cum Ecclesia’ (sentir con la Iglesia)".
Al mismo tiempo, deja abierta "a una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo".
Esta apertura de la Santa Sede para discutir algunos aspectos del Concilio Vaticano II ha sido aprovechada por Fellay para lanzar en la entrevista con DICI y en otras ocasiones sus habituales críticas a este importante evento eclesial y para reiterar que los lefebvristas aún ven diferencias entre lo que ellos consideran correcto doctrinalmente y lo que la Iglesia Católica afirma.
"No hemos olvidado –señala– que hay muchas diferencias doctrinales en el origen de la disputa entre Roma y nosotros durante los últimos 40 años. Ponerlas a un lado para obtener un estatus canónico nos expondría al peligro de ver las mismas diferencias surgir inevitablemente".
Bernard Fellay afirma también que, en su opinión, algunos nuevos obispos y sacerdotes responsabilizan al Concilio Vaticano II por la apertura de la Iglesia a un mundo "que se ha ido convirtiendo en cada vez más secularizado" y afirma que algunos de ellos estarían buscando respuestas con los lefebvristas "discretamente".
Anticipándose a la posibilidad de recibir una estructura canónica legítima, ya que nunca han contado con ella como explicó en 2009 la Secretaría de Estado del Vaticano, el líder lefebvrista se refiere a la "feroz oposición" de algunos obispos hacia su organización y espera que el Papa "tome medidas" para que la solución que se dé "sea realmente efectiva".
La postura lefebvrista
A principios de este mes, la Fraternidad San Pío X (lefebvristas) retiró de la red un artículo en el que criticaban al Papa y al Vaticano, en el marco del estudio que realizan del Preámbulo doctrinal.
El artículo critica, entre otras cosas, la "hermenéutica de la continuidad", un criterio establecido por el Papa Benedicto XVI para entender mejor las enseñanzas del Concilio Vaticano II.
El texto también describe la reunión que sostuvieron los líderes de la FSSPX en Albano, Italia, entre el 7 y el 8 de octubre y fue escrito por el superior del distrito de Gran Bretaña de la Fraternidad San Pío X, Paul Morgan, quien considera "claramente inaceptable" la propuesta hecha por el Vaticano.
En febrero de 2009, la Secretaría de Estado del Vaticano dio a conocer un comunicado en el que se explica que el Papa Benedicto XVI decidió levantar la excomunión que pesaba sobre los cuatro obispos ordenados por Lefebvre "a raíz de la súplica dirigida por el Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X a Su Santidad Benedicto XVI el 15 de diciembre de 2008".
El documento explica además que "el levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro obispos de una pena canónica gravísima, pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad San Pío X, que en el momento actual, no goza de ningún reconocimiento canónico en la Iglesia Católica".
Este texto también resalta que los cuatro obispos que ordenó Lefebvre a quienes se les levantó la excomunión están obligados al "pleno reconocimiento del Concilio Vaticano II" –que hasta ahora han rechazado como se desprende de las declaraciones expuestas en esta nota y en reportes anteriores de ACI Prensa– y del Magisterio de todos los Papas posteriores a Pío XII.
El Concilio Vaticano II es uno de los eventos más importantes en la historia de la Iglesia. Se realizó 1962 y 1965 congregando a obispos de todo el mundo. Produjo un cuerpo de doctrina que busca promover la fe católica, renovar la vida de los fieles, adaptar la liturgia y alentar la presencia de los laicos.