El doctor en derecho canónico y juez del tribunal eclesiástico de Lima (Perú), P. Luis Gaspar, criticó amplia y enérgicamente al sacerdote jesuita colombiano Carlos Novoa por justificar el aborto, y lo llamó a vivir y a pensar como ministro católico porque "no se puede servir a Dios y al diablo".
El P. Gaspar respondió así a las declaraciones del jesuita, que en las últimas semanas ha justificado el aborto terapéutico en diversos medios de comunicación colombianos y ha afirmado, incluso, que la encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II respalda su tesis.
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En comunicación con ACI Prensa, la autoridad eclesiástica criticó el doble discurso del P. Novoa, por decir que "como sacerdote" no puede estar de acuerdo con el fallo de la Corte Constitucional colombiana que despenalizó el aborto bajo tres causales, pero que "como ciudadano pienso (que la sentencia) es respetable".
"¿Cómo es posible que un hermano en el ministerio sacerdotal haga esta distinción imposible? Dice: ‘como sacerdote… pero como ciudadano’. Ningún sacerdote católico debe actuar, pensar o vivir de otra forma que no sea como sacerdote católico. O el ministerio sacerdotal llena todo su ser, o en algo estas siendo infiel al ministerio recibido. Dios quiere que nunca hable a nadie como ciudadano, sino como sacerdote. No se puede servir a la vez a Dios y al diablo", advirtió el P. Gaspar.
El doctor en derecho canónico recordó al sacerdote jesuita y a los fieles "que la doctrina de la Iglesia sobre el aborto provocado no ha cambiado ni puede cambiar".
Asimismo resaltó que el Catecismo de la Iglesia Católica en los numerales 2270-2273 señala que "la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida".
Además advirtió que "el canon 1398 del Código de Derecho Canónico menciona que ‘una persona que realiza un aborto exitoso, incurre en la excomunión automática’".
"Esto significa que en el mismo momento en que el aborto es consumado exitosamente, la mujer y todos los participantes son excomulgados. El aborto provocado se define como ‘el asesinato del feto, de cualquier manera o en cualquier momento, desde el momento de la concepción’", añadió.
El P. Gaspar explicó que "en los casos en que peligra la vida de la madre la moral católica no habla de ‘aborto terapéutico’, sino de ‘principio de doble efecto’. Y con la definición de ‘salud’ que da hoy día la OMS (‘estado de bienestar bio-psicosocial’) cualquier aborto puede ser calificado de ‘terapéutico’".
Finalmente, en el caso específico del P. Novoa, dijo que "debe de intervenir la autoridad eclesiástica competente. Primero el Superior Mayor de los Jesuitas de Colombia y el Obispo diocesano en la que este sacerdote desempeña su ministerio sacerdotal".
"Cuando un religioso ‘causa grave escándalo por la defensa o difusión pertinaz de doctrinas condenadas por el Magisterio de la Iglesia’, las penas canónicas podrían ser expulsión de su Congregación Religiosa; quitarle las licencias ministeriales para oír confesiones y quitarle el mandato canónico para enseñar en una universidad católica", advirtió.
"Ese mal sacerdote debería callarse"
Carlos Polo, Director de la Oficina para América Latina del Population Research Institute (PRI), criticó al sacerdote jesuita porque con sus palabras está justificando la industria del aborto. "Despenalizando el aborto lo único que provocará es que se maten más niños y se siga abusando de mujeres angustiadas, a las que con el aborto les provocan daños irreparables".
En ese sentido, criticó a las falsas "Católicas por el derecho a decidir", que aprovechan las declaraciones del P. Novoa para confundir a los fieles.
Advirtió que el drama de las mujeres es usado a favor de la "una manipulación sensiblera que emplea la industria abortista: Pone a la mujer por delante y esconde por detrás sus intereses económicos e ideológicos".
Polo dijo a ACI Prensa que "el código canónico exculpará a una mujer abusada y engañada. Lo hace también la ley y el sentido común, pero de eso no se desprende el aborto legal".
"Creo ese mal sacerdote debería callarse y dejar a las que lidian con el sufrimiento de las mujeres. Ellas sí entienden el engaño. Lo entiende también la mujer que cuando tiene un embarazo inesperado, necesita respaldo, apoyo y afecto", expresó.
"Las organizaciones abortistas no le dan nada de eso, luego de llevarlas a un aborto, esas mujeres terminan peor que antes y más solas que nunca. Ellos ofrecen aborto, nada más que eso, y lo cobran. Incluso la legalización es trasladarle la factura al estado, es decir, a todos nosotros", finalizó.
Para unirse a la solicitud que ha hecho un grupo de jóvenes a los Obispos y a la Compañía de Jesús en Colombia para que se pronuncien sobre el caso del P. Novoa, puede ingresar a: http://www.unidosporlavida.com/blogsite/