Niklaus Pfluger, asistente general de la Fraternidad San Pío X (lefebvristas) señaló que ve "muy, muy difícil" llegar a un acuerdo con la Santa Sede para ingresar en la plena comunión de la Iglesia Católica.
La Fraternidad San Pío X agrupa a los seguidores del arzobispo Marcel Lefebvre que falleció excomulgado en 1988 por ordenar cuatro obispos sin permiso del Papa.
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En una entrevista realizada el 29 de septiembre en Stuttgart (Alemania) y publicada el 2 de octubre por DICI, órgano informativo lefebvrista, Pfluger señala que "Asís III y más aún esta desafortunada beatificación de Juan Pablo II, y muchos otros ejemplos, muestran claramente que la autoridad de la Iglesia no está todavía dispuesta a abandonar los falsos principios de Vaticano II y sus consecuencias".
"De modo que –prosigue– cualquier propuesta que se haga a la Tradición debe garantizarnos, al mismo tiempo, la libertad de continuar nuestra obra y nuestra crítica a la ‘Roma modernista’. Para ser honesto, esto parece muy, muy difícil. Una vez más, cualquier compromiso falso o peligroso debe ser descartado".
"Asís III" se refiere al encuentro interreligioso que se realizará en esa ciudad italiana el próximo 27 de octubre, convocado por el Papa Benedicto XVI al celebrarse 25 años del realizado por Juan Pablo II allí también en 1986.
Las declaraciones de Pfluger confirman reportes anteriores de ACI Prensa sobre la perspectiva negativa y las dudas de los lefebvristas sobre el tema del Preámbulo doctrinal, expresadas por su máximo líder, Bernard Fellay, el pasado 25 de septiembre.
Este preámbulo es un documento entregado el 14 de septiembre a los lefebvristas en el que el Vaticano establece las condiciones mínimas que debe aceptar la fraternidad para ingresar a la plena comunión de la Iglesia Católica.
En la entrevista, Pfluger responde a una pregunta sobre si el preámbulo sería "una trampa a la fraternidad", a lo que él contesta que "esta crítica es totalmente justificada y hay que tomarla en serio. Pues, ¿cómo podríamos eliminar la impresión de que se estaría estableciendo un silencio en cierta medida cómplice, conduciendo, de hecho, a esa multiplicidad paralela que relativiza la verdad, cuando esa es justamente la base del modernismo?"
En su opinión, la fraternidad tiene una posición más fuerte que en 1988 ya que "hoy la situación es muy distinta: cuatro obispos y 550 sacerdotes en el mundo entero. Y las estructuras de la Iglesia oficial se resquebrajan cada día más, y más rápido. Roma ya no está posicionada ante la fraternidad como hace 20 años".
Para Niklaus Pfluger "la fraternidad creció constantemente a lo largo de 41 años, a pesar del argumento contundente de la ‘excomunión’".
Las declaraciones se dan a pocos días de la reunión "a puerta cerrada" de los superiores de esta organización en Albano, sede del distrito lefebvrista de Italia, prevista para el 7 y 8 de octubre con el fin de estudiar el preámbulo doctrinal.
El comunicado del Vaticano del 14 de septiembre explica que el preámbulo entregado a los lefebvristas "establece algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el ‘sentire cum Ecclesia’ (sentir con la Iglesia)".
Al mismo tiempo, deja abierta "a una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo".
El texto de la Oficina de Prensa también recuerda que el Santo Padre decidió en 2009 levantar la excomunión que pesaba sobre los cuatro obispos ordenados por Lefebvre "a raíz de la súplica dirigida por el Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X a Su Santidad Benedicto XVI el 15 de diciembre de 2008".
El 4 de febrero de 2009 la Secretaría de Estado del Vaticano dio a conocer un comunicado en el que se precisa que "el levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro obispos de una pena canónica gravísima, pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad San Pío X, que en el momento actual, no goza de ningún reconocimiento canónico en la Iglesia Católica".
Este texto también señalaba que los cuatro obispos que ordenó Lefebvre a quienes se les levantó la excomunión están obligados al "pleno reconocimiento del Concilio Vaticano II" –que hasta ahora han rechazado como se desprende de las declaraciones expuestas en esta nota y en reportes anteriores de ACI Prensa– y del Magisterio de todos los Papas posteriores a Pío XII.
El Concilio Vaticano II es uno de los eventos más importantes en la historia de la Iglesia. Se realizó 1962 y 1965 congregando a obispos de todo el mundo. Produjo un cuerpo de doctrina que busca promover la fe católica, renovar la vida de los fieles, adaptar la liturgia y alentar la presencia de los laicos.