El Obispo de Mar del Plata (Argentina), Mons. Antonio Marino, llamó a los profesores católicos a perseverar en su misión de educar a los jóvenes de acuerdo al Evangelio, para que de esta manera puedan tomar distancia de los falsos modelos "que impone la tiranía de cierta moda cultural".
Mons. Marino señaló que los jóvenes se encuentran expuestos al peligro de las drogas y el alcohol, e incluso a una campaña del Ministerio de Salud que lejos de orientarlos a una educación sexual basada en el amor, los dirige a una instrucción reducida a aspectos biológicos y psicológicos alejada de toda valoración moral.
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Esta "mentalidad marcada por el relativismo moral, mantiene una prédica constante donde ya no se respeta el valor de la vida naciente en estado de embrión, y donde se distorsiona el concepto mismo de matrimonio y de familia", alertó.
Sin embargo, el Obispo alentó a los padres y maestros a no paralizarse y "despertar en nosotros las fuerzas creativas por las cuales la comunidad educativa (…), sepa conducir a niños y jóvenes hacia un encuentro crítico con la cultura actual".
"La enseñanza en nuestras escuelas y colegios no puede reducirse a la adquisición de conocimientos, sino que debe tender al mismo tiempo a la asimilación de valores y al descubrimiento de verdades que llenan de sentido la vida y los preparen para fundar hogares estables", afirmó.
"Debemos educar para un ejercicio responsable de la libertad", añadió.
Mons. Marino señaló que el camino del cristiano es estrecho y difícil, pero conduce hacia "una felicidad verdadera que se siente ya desde esta vida terrena, en la paz del corazón. En cambio, el camino del mundo, parece ancho y delicioso al comienzo, atrayente y divertido, pero de a poco los irá internando por senderos muy estrechos, hasta desembocar en callejones que lamentablemente no tienen salida".
El Obispo exhortó a los profesores a perseverar en esta misión porque "si nunca fue fácil educar, mucho menos en la hora actual, donde tantas circunstancias sociales atentan contra los valores que ustedes procuran transmitir". "Nunca fue fácil ser cristiano y hay que aprender a ir contra la corriente", afirmó.
Mons. Marino hizo este llamado al presidir en la catedral la Misa de acción de gracias por los 110 años del Colegio Santa Cecilia.