El Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Mons. Antonio Arregui Yarza, señaló a ACI Prensa que "sería un precedente totalmente inaudito el que a estas alturas de la historia el estado pretenda regular el nombramiento de los obispos".
Mons. Arregui respondió así al anuncio hecho por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien el 9 de marzo manifestó su desacuerdo con el nombramiento episcopal en el Vicariato Apostólico de Sucumbíos, al noreste del país, durante la ceremonia de condecoración del Obispo saliente.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Correa dijo que "el Modus Vivendi que regula las relaciones entre el Estado laico ecuatoriano y el Vaticano nos permite vetar cualquier nombramiento de obispo".
Mons. Arregui explicó a ACI Prensa en diálogo telefónico el 10 de marzo que en el Modus Vivendi, tratado firmado en 1934 entre Ecuador y el Vaticano, "hay un reconocimiento expreso de que el nombramiento de los obispos corresponde al Santo Padre".
"La lectura que se quiera dar y todos los detalles que acompañan a esta declaración (de Correa) es más bien objeto de una relación diplomática entre el Ecuador y la Santa Sede".
El también Arzobispo de Guayaquil dijo luego que "uno es el campo del César y otro es el campo que corresponde a la Iglesia y en un estado moderno, democrático, la libertad religiosa siempre ampara de tal forma que todo país democrático respeta la vida interna de la Iglesia y su propia organización".
Seguidamente lamentó que la "óptica política" se use para mirar la vida de la Iglesia que en realidad debe "ser valorada conforme a la luz de la fe y a sus propios parámetros".
También precisó a ACI Prensa que "el Presidente tampoco ha asegurado que procederá a vetar un nombramiento sino que ha dicho que podría hacerlo".
El Arzobispo indicó que lo dicho por el presidente, "según mi lectura del Modus Vivendi tampoco es cierto, pero en todo caso tendrá que ser un asunto que debe ser discutido con la otra parte firmante del Modus Vivendi, que es la Santa Sede".
Finalmente Mons. Arregui resaltó que "en cualquier caso, la libertad de la Iglesia respecto del poder político es un principio solemnemente proclamado por el Concilio Vaticano II, con lo que acabaron en todos los estados del mundo todas las intervenciones que pudieron darse en otras épocas a la hora de designar los obispos".