El Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Cardenal Peter Turkson, señaló que la Palabra de Dios ha transformado "la creación para convertirla en un cosmos ordenado y adornado"; y advirtió que sin ella lo creado corre el riesgo de convertirse en caos.
En su conferencia titulada "Palabra de Dios y compromiso en el mundo" pronunciada el 9 de febrero en el congreso "La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia" organizado por la Conferencia Episcopal Española y que se realiza en Madrid, el Purpurado dijo que "la Palabra de Dios es fuente y contenido del compromiso de la Iglesia en el mundo".
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El Cardenal señaló luego que desde la creación, Dios siempre ha estado comprometido con ella, "obra de sus manos; y es éste el sentido de la creación como cosmos, el que mejor ilustra el poder sustentador de su palabra en la creación. ‘Cosmos’ describe el mundo creado como un ordenado y adornado sistema".
"Ello connota belleza y bondad, porque hay orden; y esto es en lo que la Palabra de Dios ha transformado el caos de la creación. Así, el caos ante la presencia de y con la Palabra de Dios se convierte en un cosmos", añadió.
Por el contrario, advirtió, "el cosmos privado de, y sin la Palabra de Dios se revertirá en caos. La continuada existencia y evolución del cosmos, por lo tanto, se debe al poder creador y transformador de la Palabra de Dios siempre presente en el mundo".
Luego de precisar que la Biblia también revela el designio divino para la humanidad, el Cardenal dijo que "en este sentido, para el mundo sería una situación crítica y arriesgada el hecho de estar sin la Palabra de Dios, ya sea a causa de sus propios pecados ya sea por la falta de profetas y sacerdotes".
El Purpurado vaticano se refirió luego al compromiso de Dios con la salvación de todo el género humano: "Dios revela el amor, la misericordia, la compasión y la fidelidad con la cual se compromete con el mundo y la humanidad, mientras que mantiene ante el mundo las virtudes de la paz, la justicia, la seguridad, la fraterna preocupación, la honestidad y la fidelidad, enseñando a cultivarlas", dijo.
Como plenitud de esta revelación, Dios se hace hombre en Cristo para ser "presencia de Dios entre los hombres. Así, en Jesús, la palabra encarnada, la revelación del compromiso de Dios en el mundo y para el hombre fue expresada como una presencia: la presencia de Dios que sana, consuela, enseña, palpa y es palpada; la presencia que expulsa los demonios, perdona los pecados, y redime o salva; es la presencia que revela el infinito amor paternal de Dios".
"La Palabra de Dios en su forma preeminente e inspirada, que es la Escritura, y en sus formas derivadas en las enseñanzas de la Iglesia, constituye la fuente de todas las formas de compromiso de la Iglesia en el mundo", continuó.
Seguidamente el Cardenal recuerda lo dicho por el Papa Benedicto XVI en la encíclica Caritas in veritate sobre el desarrollo humano integral, que "reúne muchos recursos de la Escritura y de nuestra tradición social católica y los coloca a la base de las cruciales cuestiones sociales de nuestros días: los inicios del siglo veintiuno".
"El Santo Padre no prescribe plan o receta alguna, ni tampoco políticas o soluciones. En cambio, recomienda la Palabra de Dios como nuestra herramienta de discernimiento", explicó.
Finalmente resaltó que "el propio compromiso de Dios con el mundo por la Palabra, ha de ser llevado a cabo del mejor modo posible por nuestro competente y generoso compromiso, con los pobres de las tantas pobrezas que hemos de combatir, nuestro compromiso en favor de la reconciliación, la justicia y la paz".