El Papa Benedicto XVI envió un video mensaje de saludo a la más antigua universidad católica del Asia, en el que recordó la fuerza que la fe y la razón tienen para cooperar en el desarrollo intelectual de una nación.
En el video, presentado el 28 de enero en Manila (Filipinas) durante la celebración del IV Centenario de la fundación de la Universidad Pontificia de Santo Tomás, el Pontífice destacó que “este es un evento significativo en la vida de la Iglesia y, aunque no puedo estar con ustedes físicamente, me siento feliz de hablar con usted personalmente de esta manera, de unirme a usted espiritualmente, y ofrecer a todos ustedes mi afectuosa felicitación por esta feliz ocasión.”
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El Papa elogió al clero, religiosos y laicos que en Santo Tomás, “han transmitido a las generaciones de los filipinos de la fe, el conocimiento y la sabiduría se encuentra en las ciencias religiosas y seculares”.
“Estoy seguro de que, teniendo en cuenta la fe y la razón de que siempre forman parte de un enfoque verdaderamente integrado a la educación, la Universidad seguirá contribuyendo al enriquecimiento intelectual, espiritual y cultural de Filipinas y más allá. También ruego que siempre buscan el conocimiento de lo humano y lo divino a la luz de que la máxima claridad en la persona de Jesucristo”, concluyó el Papa.
El 28 de enero, memoria litúrgica de Santo Tomás de Aquino, se celebró el IV centenario de fundación de la Pontificia Universidad de “Santo Tomás”, ante la presencia del delegado del Papa para esta conmemoración, el Cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica.
La más antigua universidad de Asia todavía existente, fue creada por iniciativa del obispo dominico español Miguel de Benavides, tercer arzobispo de Manila que destinó sus propiedades y su biblioteca personal para un seminario.
En 1611 el “Colegio de Santo Tomás”, fue autorizado a conferir títulos académicos en teología y filosofía. El Papa Inocencio X elevó el Colegio a Universidad; e Inocencio XI en 1681 la declaró Universidad pública de estudios generales autorizando el otorgamiento de otros títulos universitarios.
Después de la Universidad Gregoriana de Roma, que fue distinguida en 1873 con el título de Pontificia, la Universidad de Santo Tomás de Aquino en Manila recibió la misma concesión.