En su saludo por Navidad dado a conocer este martes 20, el Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, señaló que esta fiesta en Tierra Santa es necesario recordar que la fe es un elemento que permite la edificación de la sociedad.
En la conferencia de prensa, el Patriarca comentó que "la fe, lejos de alejarnos de la vida pública, debería involucrarnos más en la edificación de nuestras respectivas sociedades, ya sea en los países árabes como en Israel".
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Tras hacer votos "por un año de paz y prosperidad" en Israel, Palestina, Jordania y Chipre, el Patriarca agradeció al Papa Benedicto XVI por la realización del Sínodo de los Obispos de Medio Oriente en octubre en el Vaticano, en el que "pudimos poner el dedo en nuestras llagas y en nuestros medios, pero también expresar nuestras expectativas y esperanzas".
Este Sínodo, dijo, invitó "a los cristianos de Medio Oriente a vivir como buenos creyentes y ciudadanos" involucrados también en el necesario diálogo interreligioso que "no solo debe darse entre los intelectuales sino también entre todas las clases de la sociedad, para convertirse cada vez más en un diálogo de vida".
Al comentar que ahora en diciembre el número de visitantes a Tierra Santa podría llegar a 3 millones 400 mil, el Arzobispo resaltó que esto "refleja de modo significativo la dimensión universal de Jerusalén, de Belén, de Nazaret, y la buena acogida a los peregrinos por parte de nuestro pueblo y nuestras iglesias".
En la parte final de su mensaje el Patriarca recuerda a los cristianos perseguidos en Irak: "nos ha golpeado la masacre contra los cristianos en Bagdad, que lamentablemente se añaden a las miles de víctimas del fundamentalismo y la violencia".
Por su parte, el Custodio franciscano de Tierra Santa, P. Pierbattista Pizzaballa, señala en su mensaje por Navidad que es necesario mirar a esta región "con los ojos de Dios y reconocer en ella la cuna de un designio universal de salvación en el amor".
Ante la persecución que los cristianos también afrontan en esta región, el sacerdote dijo que esto "nos recuerda que después de más de dos mil año las cosas no han cambiado mucho: los cristianos son una minoría, siempre amenazada, y sin embargo presente y rica en fe".
Un signo de la esperanza para los cristianos en Tierra Santa, informa L’Osservatore Romano, ha sido la inauguración hace unos días de la nueva clínica del Caritas Baby Hospital, el hospital pediátrico de Caritas Belén. En este evento estuvieron presentes Mons. Twal, el P. Pizzaballa, el Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Cardenal Kurt Koch y el Nuncio en Tierra Santa, Mons. Antonio Franco.