Ante el caso de una madre que solicitó abortar a su hijo anencefálico en La Plata (Argentina), el Dr. Juan Carlos Caprile, médico especialista en bioética, manifestó que es moralmente ilícito interrumpir violentamente la existencia de un niño con este problema pues hacerlo es un asesinato con lo que no permite su muerte natural.
El Dr. Caprile se refirió al caso de un grupo de médicos del Hospital Policlínico de La Plata que se negaron a realizar el aborto solicitado por una madre a la que se le diagnosticó en el quinto mes de su embarazo que su bebé en gestación padecía de anencefalia.
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El caso se da cuando en Argentina diversos grupos feministas y abortistas en Argentina promueven un proyecto de ley para despenalizar el aborto a partir de una modificación en el Código Penal nacional.
"Nadie tiene derecho a quitar la vida a otra persona por más enferma o malformada que haya sido concebida y menos a un ser inocente que no tiene posibilidad de defenderse. Esta forma de aborto configura una nueva agresión que viola el derecho a la vida y la no discriminación reconocidos por la Constitución Nacional, Tratados Nacionales e Internacionales", señaló el especialista en bioética.
Según explicó el médico argentino "el niño anencefálico es un ser humano considerado como una persona desde el momento mismo de la concepción, debiendo ser respetado y siendo merecedor de la dignidad que le corresponde como tal".
Caprile advirtió que esta forma de aborto encubierto "sumado al dolor inevitable de estar gestando un hijo enfermo añade un intenso sentimiento de culpa haciendo mucho más traumática la situación para la madre, el padre y el entorno familiar".
La anencefalia ocurre a comienzos del desarrollo de un bebé y se presenta cuando la porción superior del tubo neural no logra cerrarse. Generalmente esta afección produce la muerte del niño en pocos días.
Sin embargo, casos como el de la brasileña Marcela de Jesús sorprendieron al mundo al lograr vivir un año ocho meses y doce días. Unas 1 500 personas acompañaron a esta pequeña, que derribó los mitos anti-vida, en su entierro en agosto de 2008.