Al final de la Audiencia General de hoy y refiriéndose a la difícil situación de los cristianos en Pakistán, el Papa Benedicto XVI solicitó la liberación de Asia Bibi, una cristiana condenada a muerte en este país bajo la polémica ley de blasfemia, usada para perseguir a las minorías religiosas en esta nación musulmana.
Benedicto XVI señaló que "en estos días, la comunidad internacional sigue con gran preocupación la difícil situación de los cristianos en Pakistán, que a menudo son víctimas de violencia y de discriminación".
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El Santo Padre refirió que "de forma particular, expreso hoy mi cercanía espiritual a Asia Bibi y a sus familiares, mientras pido que se le restituya lo antes posible la plena libertad. Rezo igualmente por cuantos se encuentran en situaciones análogas, para que también su dignidad humana y sus derechos fundamentales se respeten plenamente".
El caso de Asia
En junio de 2009, Asia cumplía labores de obrera en Sheikhupura, cerca de Lahore, Pakistán. En una ocasión le pidieron que buscara agua potable para sus compañeras. Algunas de las trabajadoras –todas musulmanas– se negaron a beber el agua por considerarla "impura" debido a que fue provista por una cristiana.
Un día más tarde Bibi fue atacada por una turba, denunció el caso a la policía y fue llevada a una comisaría por su seguridad, donde paradójicamente recibió un cargo de blasfemia en su contra acusada de haber insultado a Mahoma. Desde su encierro dijo a los investigadores que es perseguida por ser cristiana y negó haber proferido los insultos.
La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal de Pakistán para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán, que sea denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales. Su aplicación puede suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión de cualquier persona.
Hasta la fecha, Pakistán no ha ejecutado a nadie por blasfemar pero al menos 80 personas son procesadas anualmente bajo estos cargos. Se estima que solo el tres por ciento de los 167 millones de paquistaníes no son musulmanes.
En julio pasado, dos hermanos cristianos acusados de haber redactado un panfleto con críticas a Mahoma fueron asesinados a balazos cuando salían de una corte en la que eran procesados bajo la Ley de Blasfemia.