La Secretaría de Estado de la Santa Sede expresó hoy su estupor por las formas usadas durante el registro ayer de la sede del Arzobispado de Malinas-Bruselas, en Bélgica, por parte de las autoridades judiciales locales que no dieron ninguna explicación al respecto ni aviso previo y que incluyeron la profanación de las tumbas de dos cardenales.
Radio Vaticano señala que "previamente la declaración insiste una vez más en la condena de cualquier acto de abusos de menores por parte de miembros de la Iglesia, y subraya la necesidad de reparar y afrontar tales actos conforme a las exigencias de la justicia y las enseñanzas del Evangelio".
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De hecho, prosigue la emisora, "las quejas de la Secretaría de Estado se refieren a la modalidad en que se produjo el mencionado registro del arzobispado y a la profanación de las tumbas de dos cardenales, ambos arzobispos de Malinas-Bruselas. A la consternación por tales acciones, se añade el pesar por algunas infracciones de la confidencialidad, a la que tienen derecho –se lee en el comunicado– precisamente las víctimas".
De otro lado, el portavoz de la Conferencia Episcopal belga explicaba en una declaración que en el registro del "Arzobispado que se prolongó desde las 10 y media de la mañana hasta las siete y media de la tarde, no se facilitó ninguna explicación por parte de las fuerzas del orden y todos los documentos y teléfonos fueron confiscados".
Además, denuncia, "se impidió la salida tanto del personal como de los miembros de la Conferencia Episcopal que se encontraban reunidos en su encuentro mensual".