El Papa Benedicto XVI se reunió este mediodía con ocho víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero en Malta, poco después de la Eucaristía que el Santo Padre presidió en la Plaza de los Graneros en Floriana. El Pontífice los escuchó, compartió su dolor y rezó con ellos asegurándoles que la Iglesia Católica trabaja para "salvaguardar a la gente joven en el futuro".
El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, dio a conocer una nota en la que se señala que "este domingo 18 de abril de 2010, en la Nunciatura Apostólica en Malta, el Santo Padre se encontró con un pequeño grupo de personas (ocho) que fueron abusadas sexualmente por miembros del clero".
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El P. Lombardi señala en la nota que el Papa Benedicto XVI "estaba profundamente movido por sus historias y expresó su vergüenza y pena a las víctimas y sus familias que han sufrido".
El Papa "oró con ellas y les aseguró que la Iglesia trabaja, y lo seguirá haciendo, todo lo que está en sus manos para investigar las alegaciones, para llevar justicia a los responsables de abusos así como a implementar medidas efectivas diseñadas para salvaguardar a los jóvenes en el futuro".
"En el espíritu de la reciente Carta a los Católicos de Irlanda, rezó para que todas las víctimas de abuso experimenten la sanación y la reconciliación, permitiéndoles avanzar hacia una renovada esperanza", concluye la declaración.
Benedicto XVI conversó uno a uno con las ocho personas con las que se encontró. El. P. Lombardi comentó que este encuentro se realizó en un ambiente de "serenidad y sin tensión". Todas expresaron su satisfacción tras la reunión en una rueda de prensa realizada en un convento de religiosas dominicas en Attard.
Una de las víctimas, de 37 años de edad, manifestó que tras la reunión con el Santo Padre se quitó "un gran peso de encima". "Junto con mis amigos hemos dado las gracias al Papa, ha sido una pesadilla que nos ha turbado durante años", añadió.
Esta es la tercera vez que el Papa Benedicto XVI, en coherencia con lo que escribió en su carta a los católicos de Irlanda en la que expresa su voluntad de reunirse con víctimas de abuso, sostiene un encuentro de este tipo en el que expresa su especial cercanía y reza con personas víctimas de estos deplorables hechos. Ya lo hizo antes en Estados Unidos y Australia.