El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, en su mensaje por Cuaresma señaló que ante el paisaje "triste que asoma" en las calles argentinas al ver a personas en estado de hambruna y denigración, el ayuno cuaresmal manifiesta la "solidaridad con los que ayunan involuntariamente" y permite ayudar a superar la indiferencia.
En la nota de prensa del Arzobispado de Buenos Aires que da a conocer el mensaje, el Purpurado cuestionó que ante el panorama de "hombres y mujeres pidiendo o revolviendo la basura, ancianos durmiendo en las esquinas, chicos durante el invierno acostados sobre las rejillas de los tragaluces de los subtes para que les suba algo de calor"; esta realidad ya no "nos causa asombro, nos estremece, nos alegra, nos golpea, nos cuestiona".
"No nos interesan sus vidas, sus historias, sus necesidades ni su futuro. Cuántas veces sus miradas reclamadoras nos hicieron bajar las nuestras para poder seguir de largo. Con el acostumbramiento viene la indiferencia", alertó.