L'Osservatore Romano (LOR) ha publicado algunos pasajes de un artículo que aparecerá dentro de poco en la "La Civiltà Cattolica", escrito por el sacerdote jesuita Antonio Spadaro, en el que advierte de los peligros del uso de las redes sociales como el popular Facebook o Myspace, que pueden sumir a las personas en la soledad, en amistades frágiles; y así compensar inadecuadamente el anhelo natural de ser amadas.
El autor del texto afirma que en Facebook "la necesidad de conocer y darse a conocer, y la necesidad de vivir la amistad son necesidades 'serias' que se alternan con el riesgo de confundir relaciones superficiales y esporádicas con la amistad; o la comunicación de sí con el exhibicionismo; o el hecho de querer conocer con el voyeurismo. Si bien la diferencia entre las primeras y las segundas es radical, para ser percibida hace falta una adecuada educación en las relaciones y la percepción de sí".
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Facebook, explica el también profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana, "es en este sentido un desafío, porque como todas las plataformas de social network es al mismo tiempo una ayuda potencial para las relaciones y también una amenaza" porque las relaciones entre seres humanos no son "un juego y requieren tiempo y conocimiento directo".
El P. Spadaro señala luego que "las relaciones en la red siempre son necesariamente cojas si es que no están ancladas en la realidad. En algunos casos el deseo de tener muchos contactos en Facebook y así 'coleccionar' amigos, que aparezcan con sus fotos en miniatura en la página del propio perfil, se convierte en un desafío a la soledad y al deseo de sentirse y aparecer populares. En efecto, no se puede menospreciar el deseo de aparecer extrovertidos, solicitados, y en otras palabras, amados. Tener muchos amigos significa mostrarse a los otros como socialmente atractivos".
Asimismo, prosigue, "a veces el propio perfil sirve para 'pescar' potenciales 'amigos', y las motivaciones para esto pueden ser de todo tipo: desde las más legítimas hasta las menos plausibles o aceptables. Es obvio, de otro lado, que mientras más crece el número de 'amigos', más está en riesgo de que Facebook pierda su significado y se convierta en un simple directorio un poco más evolucionado tecnológicamente".
El profesor explica además que la lógica originaria de Facebook implicaba "un ancla en la vida real, en particular a la del ambiente de estudio. El uso ideal de Facebook, en nuestra opinión, es el que se hace a partir de las relaciones reales. Es un medio importante para reencontrar compañeros de escuela, amigos de infancia, de los que no se sabe nada, para encontrar viejos amigos".
"Si la plataforma es usada con una conciencia de las relaciones, es cierto que ésta se convierte en una ocasión interesante para consolidar relaciones que a causa de la distancia o por otros motivos están en riesgo de debilitarse, o para recuperar relaciones que la vida ha alejado", añade.
El P. Spadaro se refiere después a que este fenómeno de las redes sociales ha hecho que en Internet aparezcan con insistencia las relaciones humanas, las personas mismas, cuando originalmente la red estaba llena solo de cosas, elementos, información y contenidos; y advierte que de esta forma, lo que más está en riesgo en plataformas como Facebook es la tutela de la privacidad personal.
En opinión del sacerdote jesuita, esta red social "encarna una utopía: la de estar siempre cercanos a las personas a las que tenemos de un modo u otro, y conocer a otras que sean compatibles con nosotros. Pero la utopía debe confrontarse con el grave riesgo que los celulares y las computadoras también traen: aislar a la persona y dar solamente apariencia de relaciones, hechas sin encuentros reales".
De otra parte, continúa, "la tecnología de siempre, desde la invención de los mensajes de humo o de instrumentos como el telégrafo o el teléfono, ha sido una poderosa ayuda para las relaciones personales".
Finalmente, precisa, "en este largo proceso que compone la historia de las comunicaciones humanas, Facebook está jugando un propio rol específico: que Internet se convierta primeramente en una red de personas y acelera un proceso que en el 2005 tuvo en los blogs uno de sus pasos fundamentales".