El Presidente del Perú, Alan García Pérez, aseguró que la condecoración con la Orden El Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz, al Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, reivindica "aunque no lo requiera ni necesite, al Primado de la Iglesia en el Perú, al cual se quiso enlodar y mancillar en algún momento".
Al cumplir diez años como Arzobispo de Lima, el Cardenal Cipriani recibió de manos del Canciller José Antonio García Belaúnde, la máxima distinción del Estado Peruano que premia los servicios extraordinarios prestados a la patria por los peruanos, civiles y militares.
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En la ceremonia, celebrada esta mañana en el Palacio Torre Tagle, el Presidente García consideró que la condecoración "es un acto de profundo significado y simbolismo, porque estamos poniendo las cosas en su sitio" y dirigiéndose al Purpurado le dijo que celebra "su vocación, su larga entrega y compromiso, su disciplina dentro de la Iglesia; y, al mismo tiempo, la valiosa ayuda que ha dado usted a muchísimos peruanos a través de largos años y con su trabajo".
"Celebramos a un Pastor hermano que es directo y severo, que comprende el mensaje universal de salvación de Cristo, que es un mensaje para todos sin exclusión. Directo, porque escoge ese camino sincero de hablar echándose a veces en la espalda, el peso de las divergencias, pero cuando debe hablar, dice las cosas y eso es algo que entendiendo la historia, valoro profundamente. Severo porque sabe enfrentar circunstancias y sabe decir sus verdades, aunque el viento y la marea se orienten en otras direcciones", afirmó el mandatario.
"Todo esto lo ponemos sintéticamente sobre su pecho con esta condecoración; pero, además, ponemos las cosas en su sitio, porque para nadie en el Perú es un secreto que la dignidad y majestad de un Príncipe de la Iglesia quiso ser mancillada en algún momento", indicó García.
"Nosotros tenemos la necesidad de reivindicar, de compensar, -aunque no lo requiera, ni necesite- al Pastor Primado de la Iglesia en el Perú, al cual se quiso enlodar y mancillar en algún momento", reiteró el mandatario.
García consideró que la distinción debió ser impuesta al Primado del Perú hace diez años cuando se despedía de la Arquidiócesis de Ayacucho o hace ocho años cuando el Papa Juan Pablo II lo creó Cardenal, pero "circunstancias distintas de desorden y confusión lo impidieron", en implícita referencia a lo ocurrido con la polémica Comisión de la Verdad y la Reconciliación que sin investigar y nunca haber entrevistado al Cardenal Cipriani lo acusó gratuitamente de no defender los derechos humanos en la Arquidiócesis andina que más sufrió los embates del terrorismo en el Perú.
"Hoy queremos dignificar y reivindicar lo que valoramos en usted; y, al mismo tiempo, mostrar la identidad, respeto, reconocimiento al mensaje de Cristo en el papel de la Iglesia a lo largo de los siglos en la formación del Perú", señaló García.
En el momento culminante de su mensaje, el mandatario precisó que "el reconocimiento que hacemos es que sin cristianismo, no hay democracia auténtica, y sin la palabra de Cristo, no hay trascendencia".
"Podemos decirle Señor Cardenal que estamos satisfechos de poner las cosas nuevamente en su sitio y que confiamos que por muy largos años este Pastor y Príncipe de la Iglesia siga siendo el Primado de nuestra Patria", concluyó.
Previamente, el Cardenal Cipriani expresó su agradecimiento al mandatario y al gobierno por la distinción y aseguró recibirla en nombre de la Iglesia Católica.
"Le expreso el deseo de un continuo progreso de la Nación por el camino del bienestar espiritual y material donde la defensa de la vida, la promoción de la familia y la educación moral sean el alma del desarrollo integral de nuestra sociedad", indicó el Purpurado.