Las campanas de la Catedral Metropolitana de México repicaron ayer con el sonido del dolor y luto, tras conocerse la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que avaló la constitucionalidad de la ley del aborto en la ciudad de México, con lo que se ratifica esta norma inicua que permite esta práctica infanticida.
El diácono Rafael Parra, responsable de las torres y campanarios de la Catedral, señaló que este tipo de repique, conocido como "triple doble de campana" sólo es utilizado a la muerte de un Papa, obispo o canónigo, pero que en este caso han sonado "durante una hora en señal de luto por tantas vidas inocentes que serán liquidadas".
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Junto con la Catedral, otros templos de la capital como San Felipe Neri, San Bernardo, San Agustín, el Sagrado Corazón, el Santuario de San Juan de los Lagos y la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, también han repicado sus campanas en señal de luto por todos los bebés que serán asesinados debido al refrendo de esta polémica ley anti-vida.
De otro lado, en un comunicado emitido por la Arquidiócesis de México, se recordaba que "la irrenunciable misión encomendada por Nuestro Señor Jesucristo a esta Iglesia particular nos obliga a manifestar nuestro dolor y luto ante el refrendo de la ley criminal del aborto en nuestra ciudad".
Este repique expresa, indicaba la nota, el "luto por los millones de niños que serán sacrificados ante el ‘amparo’ de la inicua ley de los hombres una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación emita su voto resolutivo en torno a la ‘legalidad’ del aborto".
Esta ley, precisaba el texto, "hace legal lo que nunca podrá ser moral, como es el asesinato de niños inocentes e indefensos en el vientre de su madre y para lo cual el Estado prestará su aparato de salud para estos execrables crímenes, instituciones que en otros tiempos buscaron defender el principio de la vida".
"Contemplamos con pesar el egoísmo y mezquindad humana que defiende la muerte antes de la vida y por ello elevamos nuestras súplicas a través de la oración y del sonido de las campanas para que, en señal de dolor, luto y penitencia por la matanza indiscriminada de infantes, pidamos perdón a Dios por quienes han promovido, votado y ratificado esta ley asesina".