Esta mañana se recuperó el cadáver del Arzobispo católico caldeo de Mosul, Mons. Paulos Faraj Rahho, secuestrado el 29 de febrero pasado por extremistas iraquíes. Se desconoce aún si fue asesinado o murió por problemas de salud.
Aunque algunas versiones periodísticas sostienen que fue ultimado a balazos por sus secuestradores, el Obispo Auxiliar de Bagdad, Mons. Shlemon Warduni, declaró a la agencia católica italiana SIR que "los secuestradores nos llamaron el miércoles para advertirnos de que Mons. Rahho estaba muy grave y en la tarde nos informaron de que había muerto. Al día siguiente en la mañana nos dijeron por teléfono que lo habían enterrado".
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El cadáver fue hallado cerca de Mosul, norte de Irak. "Algunos jóvenes de nuestra parroquia siguieron las indicaciones dadas por los secuestradores sobre el lugar en que había sido enterrado. Escarbaron y encontraron el cuerpo sin vida del arzobispo", relató Mons. Warduni.
Asimismo, indicó que "no sabemos aún si murió por su mala salud o si fue asesinado. Los secuestradores sólo dijeron que había muerto".
Mosul es la capital provincial de Nínive. Actualmente es una de las regiones más peligrosas de Irak y concentra un gran número de seguidores del grupo terrorista Al Qaeda.
Mons. Rahho tenía 65 años de edad. Fue secuestrado cuando se trasladaba por la ciudad tras el rezo del Vía Crucis en una iglesia local. Sus tres acompañantes fueron asesinados en el acto y se temía que hubiese resultado herido.