Al presidir una Eucaristía por el 25º aniversario del Centro Internacional Juvenil, el Papa Benedicto XVI improvisó unas reflexiones sobre el sentido de la vida y de la muerte en las que recordó que el hombre mantiene su dignidad “aunque esté en estado de coma, aunque sea un embrión”.
Desde la Iglesia de San Lorenzo in Piscibus, muy cerca del Vaticano, el Santo Padre leyó solo el inicio de la homilía que tenía preparada y continuó improvisando unas palabras a la luz del Evangelio de este quinto domingo de Cuaresma sobre la resurrección de Lázaro.
"El ser humano, aun siendo parte de este gran biocosmos, lo trasciende, (...) porque ciertamente el hombre es siempre hombre con toda su dignidad, aunque esté en estado de coma, aunque sea un embrión, pero si solo vive biológicamente no desarrolla y realiza todas las potencialidades de su ser. El hombre está llamado a abrirse a nuevas dimensiones", señaló.