Tras varios meses de investigación y numerosas denuncias, la Guardia Civil detuvo al médico abortista Carlos Morín, dueño y director de una cadena de clínicas cuestionada por practicar abortos hasta los ocho meses de gestación.
En el año 2006, la televisión pública danesa emitió un reportaje que demostró que la clínica Ginemedex de Barcelona –perteneciente al grupo Barnamedic de propiedad de Morín– practica abortos fuera de la ley sin importar el tiempo de embarazo. A la investigación danesa siguió un reportaje del periódico Daily Telegraph de Inglaterra.
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La Guardia Civil amplió las detenciones como parte de una operación contra las clínicas abortistas acusadas de realizar abortos ilegales. Los agentes han detenido al menos a cuatro personas, incluyendo a un colaborador directo de Morín y dos mujeres arrestadas en la clínica Ginemedex y el centro Emecé.
La investigación policial comenzó con una querella presentada hace poco más de un año por la organización E-Cristians, que pidió esclarecer si en alguno de estos centros se practicaron abortos ilegales.
Pro-vidas celebran
La plataforma ciudadana HazteOir.org (HO) celebró la operación policial contra las clínicas de Morín y solicitó el archivo de la querella interpuesta por el médico contra HO, "por el que reclamaba 100 mil euros en concepto de reparación de daños por haber informado en nuestra página web sobre las noticias internacionales que denunciaban la comisión de tan grave delito, así como la querella formulada por E-Cristians hace un año por un delito continuado de aborto y de asociación ilícita, que ha dado pie a esta operación judicial".
Ignacio Arsuaga, presidente de HO recordó que "el aborto es un tipo de delito contemplado en el Código Penal sobre el que la mayoría de las administraciones sanitarias autonómicas, igual que descuidan el ofrecimiento de alternativas a la tragedia que supone el aborto, olvidan ejercer la adecuada inspección fiscal, favoreciendo con ello una absoluta impunidad a quien solo ve un negocio en la eliminación del no nacido".