El Arzobispo de Sydney, Cardenal George Pell, rechazó enérgicamente un proyecto de ley que permitiría desde la clonación de embriones humanos a partir de óvulos de niñas abortadas hasta la generación de los mismos con material genético de animales.
Ante el Parlamento de New South Wales, el Purpurado condenó este proyecto de ley que ha sido apoyado por el jefe del mismo, Moris Iemma, quien dice ser católico.
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"Ningún político católico -es decir, ningún cristiano que respete la vida- que ha informado debidamente su conciencia sobre los hechos y la ética sobre este asunto, debe votar a favor de esta legislación inmoral", señaló el Arzobispo de Sydney.
Tras explicar que no está amenazando con la excomunión a nadie, pero que los legisladores deben hacerse responsables de sus actos, el Cardenal australiano indicó que "si esta ley es aprobada, los enemigos de la vida humana vendrán pronto con propuestas que vayan más lejos, presentándolas con palabras dulces y promesas de curas, para derribar las barreras restantes que protegen a la vida humana en sus etapas iniciales de la destrucción".
El proyecto de ley permitiría la generación de cuatro tipo de embriones: el primero resultaría de la clonación a partir de un solo padre genético, el segundo mezclaría "el material genético de más de dos personas, lo que generaría un embrión humano con tres o más padres genéticos", el tercer tipo surgiría de la "fertilización de óvulos inmaduros, tomados de niñas abortadas, con esperma adulto" y el cuarto generaría "híbridos humano-animales para probar la calidad del esperma, lo que generaría un embrión humano con un ‘padre genético’ animal".
Si se aprueba este proyecto, que empezará a ser debatido esta tarde, "se generaría dos clases de embriones humanos: unos creados para vivir y unos creados para ser eliminados en la investigación. Producir un embrión humano con al expreso propósito de destruirlo en una investigación -como si fuera una rata de laboratorio- es una nueva dirección perversa en la experimentación con seres humanos", expresó el Cardenal Pell.