Ante más de un millón de personas que se dieron cita en el Campo de Marte, el Papa Benedicto XVI canonizó hoy a Frei Antonio de Santa Ana Galvão, el primer santo de origen brasileño, y en su homilía reiteró la necesidad de buscar la reconciliación con Dios, el prójimo y los demás para alcanzar la paz, así como la urgencia de “almas clarasque rechacen ser objetos de placer en el mundo.

“¿Podrán los hombres y las mujeres de este mundo encontrar la paz si no se concientizan acerca de la necesidad de reconciliarse con Dios, con el prójimo y consigo mismos?”, cuestionó el Papa y aseguró que solo “unidos en comunión suprema con el Señor en la Eucaristía y reconciliados con Dios y con nuestro prójimo, seremos portadores de aquella paz que el mundo no puede dar”.

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El Papa recordó que en su tiempo, Frei Galvão era conocido como un “hombre de paz y de caridad”, que acogía paternamente a “personas de todo la geografía nacional. (...) Eran pobres, enfermos en el cuerpo y en el espíritu que le imploraban ayuda”.

En este sentido, recordó que “Jesús abre su corazón y nos revela el pilar de todo su mensaje redentor: ‘Nadie tiene mayor amor que aquél que da la vida por sus amigos’ (ib.v.13). Él mismo amó hasta entregar su vida por nosotros sobre la Cruz. También a acción de la Iglesia y de los cristianos en la sociedad debe poseer esta misma inspiración. Las pastorales sociales si son orientadas para el bien de los pobres y de los enfermos, llevan en sí mismas este sello divino”, advirtió.

Modelo de castidad

El Santo Padre dijo que son “en una época tan llena de hedonismo” son muy actuales las palabras que aparecen en la cédula de consagración de castidad del nuevo santo: “Quitadme antes la vida que ofender a tu bendito Hijo, mi Señor”.

“Son palabras fuertes, de un alma apasionada, que deberían hacer parte de la vida normal de cada cristiano, sea él consagrado o no, y que despiertan deseos de fidelidad a Dios dentro o fuera del matrimonio”, explicó el Papa.

“El mundo –dijo– necesita de vidas limpias, de almas claras, de inteligencias simples que rechacen ser consideradas criaturas objeto de placer. Es necesario decir no a aquellos medios de comunicación social que ridiculizan la santidad del matrimonio y la virginidad antes del casamiento”.

Centralidad de la Euacristía

El Papa también destacó el ejemplo del santo brasileño como “fervoroso adorador de la Eucaristía, de prudente y sabio orientador de la salmas que lo buscaban” y recordó que Dios se “revela a través de su Palabra, en los Sacramentos, especialmente de la Eucaristía. Por eso, la vida de la Iglesia es esencialmente eucarística”.

“Cuando contemplemos en la Santa Misa al Señor, levantado en el alto por el sacerdote, después de la Consagración del pan y del vino, o lo adoramos con devoción expuesto en la Custodia renovamos con profunda humildad nuestra fe, como hacía Frei Galvão en “laus perennis”, en actitud constante de adoración. En la Sagrada Eucaristía está contenido todo el bien espiritual de la Iglesia, o sea, el mismo Cristo, nuestra Pascua”, añadió.

A continuación el Papa subrayó que Frei Galvão fue “consejero de fama, pacificador de las almas y de las familias, dispensador de la caridad especialmente de los pobres y de los enfermos. Muy buscado para las confesiones, pues era celoso, sabio y prudente”.

Después de alentar a todos para ayudar en la tarea de la evangelización, el Papa recordó sus palabras durante la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, cuando ante un millón de jóvenes de todo el mundo afirmó que “solo de los Santos, solo de Dios proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo”. “Ésta es la invitación que hago hoy a todos vosotros, del primero al último, en esta inmensa Eucaristía. Dios dijo: ‘Sed santos, como Yo soy Santo’”, añadió.

Finalmente pidió a Dios, para todos, la “mayor gracia de todas: el firme deseo de alcanzar la plenitud de la caridad, en la convicción de qué no solo es posible, como también necesaria la santidad, cada cuál en su estado de vida, para revelar al mundo el verdadero rostro de Cristo, nuestro amigo.”

La canonización

Muchos peregrinos llegaron anoche al Campo de Marte para esperar la canonización con una vigilia de oración. Los feligreses salieron al paso del vehículo que transportó al Papa hasta el imponente altar principal para saludar al Pontífice.

El Santo Padre recibió el saludo del nuevo Arzobispo de Sao Paulo, Mons. Odilo Pedro Scherer y la canonización del nuevo santo brasileño ha sido presentada por el prefecto para la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal José Saraiva Martins.

Después de la invocación de las letanías y la fórmula del rito de canonización, que ha leído el Pontífice, ha tenido lugar un fervoroso momento de devoción popular durante el cual han sido llevadas en procesión hacia el altar las reliquias del nuevo santo.

Frei Galvão nació en Sao Paulo en 1739 en el seno de una familia profundamente creyente, y muy joven ingresó al convento de los frailes menores descalzos de Taubaté, ordenándose sacerdote a los 23 años de edad.

Además de sus encargos como fraile en la Tercera Orden franciscana, Antonio Galvao, conocido por su ferviente devoción a María Inmaculada, fue nombrado confesor y guía espiritual del “Retiro” femenino de Nuestra Señora de la Concepción, inspirado en la regla de las religiosas concepcionistas.

Para leer la homilía completa, puede ingresar a: http://www.aciprensa.com/aparecida07/disc11may.htm