El Cardenal Jorge Arturo Medina Estévez, Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, señaló algunos de los desafíos que en su opinión deben tenerse en cuenta para la próxima V Conferencia General: la familia y las amenazas que se ciernen sobre ella, las vocaciones sacerdotales y la necesidad de una renovada catequesis.
En entrevista concedida a ACI Prensa, el Cardenal Medina Estévez precisó que la familia “se encuentra bastante amenazada en América Latina por la existencia de leyes de divorcio, por costumbres culturales, reñidas con la moral cristiana, como por ejemplo la convivencia de personas sin casarse y adquirir la responsabilidad correspondiente y la presión para que los estados legislen reconociendo en alguna forma este tipo de uniones, hasta las uniones de personas del mismo sexo”.
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El Purpurado también subrayó la importancia que tiene la familia en la promoción de las vocaciones a la vida sacerdotal, que depende, pues “si la estructura familiar no es sana, es mucho más difícil que nazcan vocaciones sacerdotales”.
Al comentar los temas que deben tratarse en la V Conferencia, el Cardenal indicó a ACI Prensa que “es necesario un énfasis muy grande en la catequesis apoyándose en el catecismo de la Iglesia Católica, ya sea en la versión abreviada o en el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica que son instrumentos pastorales de primera calidad”.
“Lo prioritario para una Conferencia de obispos es lo que toca a la fe, porque es a partir de la fe como se pueden cambiar las actitudes, las situaciones de las personas. Las situaciones de las personas no se cambian por medios coercitivos externos que pueden dar un resultado relativamente apreciable en el corto plazo pero suponen una conversión del corazón mirando hacia Dios”, explicó el Purpurado.
“Y hay un desafío también en la situación socio económica de muchos de nuestros pueblos con características distintas. Noto falta de un apoyo a la elevación del nivel cultural, un analfabetismo en algunos lugares bastante pronunciado y también el problema de obtener una situación económica que sea correspondiente a la necesidad y a la dignidad de cada persona”, prosiguió.
Tras resaltar la importancia de la liturgia en la vida de la Iglesia y precisar que es “la Sede Apostólica la que tiene que evaluar en definitiva la conveniencia de tal o cual adaptación que se proponga”, el Purpurado comentó que la situación litúrgica “no es pareja en todas partes”.
“Podría señalar el hecho de que en algunos lugares se haya celebrado la Santa Misa poniendo como lecturas textos que no pertenecen a la Santa Escritura sino a personajes de cierta importancia en la coyuntura histórica de un país determinado. Esto ciertamente es un abuso” al igual que una celebración de este tipo que se realice “prescindiendo de los ornamentos”, advirtió el Cardenal.
Benedicto XVI en BrasilTras explicar que la visita del Papa es fundamentalmente pastoral, el Purpurado dijo que Benedicto XVI “cumple su tarea viniendo a visitar y a confirmar en la fe en primer lugar a sus hermanos los obispos de cada diócesis y en segundo lugar también a los fieles cristianos que ven en el sucesor de San Pedro una garantía de la unidad en la fe”.
“Sin duda que el Papa tiene una cercanía con América Latina y eso se ve en el hecho de que él habla muy bien el castellano, lo comprende perfectamente, lo que hace que su contacto con los obispos, con los fieles”, agregó.
Para el Cardenal chileno, “el futuro de la Iglesia, a mi juicio, se cifra en la vida local, en la vida de la parroquia, en la vida del movimiento, en la vida de las capillas locales, en la vida de las diócesis. Eso es más importante, más permanente, más relevante que las de orden internacional, que existen y que tienen alguna utilidad sin duda, pero en las cuales, a mi juicio, no se juega el futuro de la fe cristiana”.
Al contestar la pregunta de ACI Prensa sobre el rol de los católicos ante la V Conferencia General, el Cardenal Medina Estévez destacó la necesidad de “orar, pedirle al Señor que derrame su gracia y su luz sobre todos los que van a participar en la Conferencia, pedirle al Señor que dé una clarividencia para valorar la realidad, pedir al Señor una fortaleza para hablar claro, para decir claramente las cosas que son coherentes con la fe cristiana y señalar también con valentía las cosas que son incoherentes empleando palabras que todo el mundo entienda y no dejarnos llevar por el eufemismo que suaviza la situación”.
“Pienso que es muy importante hablar con mucha claridad, porque las cosas claras tienen una garantía de que son entendidas fácilmente y, aunque puedan doler, estimulan una respuesta. Los eufemismos dejan a todo el mundo tranquilo y no se saca nada limpio de un lenguaje demasiado diplomático”, concluyó.
Para leer la entrevista completa, ingrese a: http://www.aciprensa.com/aparecida07/entrevista5.htm