Amillia Taylor, la bebé más prematura del mundo según datos de la Universidad de Iowa (EEUU), nació pesando 284 gramos y midiendo 24,1 centímetros. Cuatro meses después, los médicos del Hospital Infantil Bautista de Miami han decidido darle de alta y enviarla a casa.
Con 22 semanas de gestación, etapa en la que millones de mujeres en distintos países del mundo se someten a un aborto amparadas en legislaciones que establecen que sus hijos pueden ser asesinados en el vientre materno, Amillia nació el 24 de octubre de 2006.
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William Smalling, neonatólogo del mencionado hospital, explica que "no éramos muy optimistas" en cuanto a la supervivencia de Amillia, "pero ella nos demostró que nos equivocábamos". "Verdaderamente, es un bebé milagroso", agrega Smalling en declaraciones a la BBC.
En sus cuatro primeros meses, Amillia ha sufrido algunos problemas respiratorios y digestivos así como una moderada hemorragia cerebral. Actualmente, con un peso de 1,8 kilogramos, su pronóstico es muy bueno y por ellos sus médicos han decidido darla de alta.
"Fue difícil imaginar que iba a llegar tan lejos. Pero ahora ya empieza a parecer un bebé de verdad", indicó Sonja Taylor, la madre de Amillia.
Amillia aún requiere de una serie de cuidados intensivos ya que su peso es aún muy bajo, por esa razón seguirá siendo monitorizada y necesitará oxígeno y medicación para el asma, entre otras medidas.
Con su nacimiento, Amillia supera a Christopher Williams, un bebé que naciera el 21 de noviembre de 2000 en Londres, con cinco meses de gestación y 603 gramos de peso, alumbrado tras un parto prematuro.