En un mensaje titulado “¡Vence tú el mal a fuerza de bien!” y publicado al concluir su Asamblea anual, la Conferencia Episcopal de Guatemala denunció los graves problemas sociales del país e hizo un enérgico llamado a redescubrir la ética cristiana.
Los obispos observan en primer lugar que “sigue sin resolverse la conflictividad en torno al tema agrario, que llega a su expresión más violenta en los desalojos de fincas”; y señalan que “hasta hoy el Congreso de la República no ha aprobado las reformas a la Ley de Minería, propiciando que las posibilidades de confrontaciones se hagan mayores”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Episcopado guatemalteco lamenta especialmente que “tantos hermanos nuestros deban emigrar para encontrar en el extranjero el ingreso económico que no pueden generar aquí por la falta de puestos de trabajo dignos”; y agregan que “la deportación masiva y forzada de muchos de nuestros compatriotas agrava la situación de desempleo y el sentimiento de frustración de la población”.
Por ello, señalan que “el crecimiento macroeconómico de los últimos años debe, no sólo sostenerse e incrementarse en el futuro, sino traducirse en beneficio real para las familias guatemaltecas”.
Los obispos prestan especial atención a tres problemas actuales: “la violencia que destruye la vida”; la crisis bancaria y del sistema financiero que “afecta de manera más grave a los que tienen menos recursos y alternativas”; y el adelanto de la campaña electoral, violando la ley del país.
“Queremos en primer lugar –dice el Comunicado– dirigir una palabra a los que sufren las consecuencias de esta situación, a los que carecen de poder político y económico, al pueblo sencillo y sufrido de cada día. No debemos dejarnos vencer por el mal”.
Además, los prelados urgen a las autoridades financieras y bancarias del país “para que actúen con la mayor responsabilidad y transparencia para restituir la confianza en el sistema bancario, confianza de la que se beneficia toda la sociedad y es esencial para el desarrollo de la actividad económica”.
El documento señala además que la campaña electoral adelantada “hace que sea previsible la fatiga y el hastío político de la población cuando llegue el momento electoral. Esto no es bueno para el desarrollo de las elecciones”.
Al respecto, pide a los guatemaltecos que en el ámbito electoral, “no se dejen llevar de promesas sin fundamento, que miren el bien de todos y no el bien particular, que no se acepten sobornos económicos por el voto”.
La CEG advierte además que “la causa de estos desórdenes sociales, políticos y económicos no es otra que la falta de principios éticos en nuestra conducta personal y pública”. “Si cumplimos un código de conducta moral fundado en el respeto a la dignidad y libertad de toda persona y en la búsqueda del bien común, promoveremos un humanismo integral, base y garantía de una convivencia pacífica”, agrega.
Los obispos señalan además que “nuestra fe cristiana nos enseña que hombres y mujeres hemos sido creados a imagen de Dios y que el Hijo de Dios se ha hecho uno de nosotros. Este es el fundamento de toda ética humanista y cristiana. El olvido de este principio en todos los ámbitos del quehacer público y privado es la raíz de los desórdenes que nos afectan, nos entristecen y nos atemorizan”.
Finalmente, el Episcopado hace un llamado “tanto a católicos como a hombres y mujeres de buena voluntad para que asumamos con responsabilidad moral nuestra tarea y misión en la sociedad. La conversión es posible con la gracia de Dios y la buena voluntad”.