En vísperas del sensible viaje del Papa Benedicto XVI a Turquía, el Presidente de la dividida isla de Chipre, Tassos Papadopoulos, ocupada parcialmente por el ejército turco, entregó al Santo Padre un impresionante álbum de fotografías con las numerosas iglesias ortodoxas destruidas por los turcos desde la toma de la isla mediterránea.
Después de un diálogo privado de 20 minutos, Papadopoulos regaló al Santo Padre un bello icono bizantino del Siglo XIX con la Virgen y el Niño proveniente de una de las iglesias ortodoxas que se encontraban en la zona dominada por los turcos, y que han sido destruidas.
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El segundo regalo del Presidente fue un gran álbum de fotos de 300 iglesias ortodoxas destruidas por los turcos o utilizadas para fines seculares totalmente diversos al culto.
Al revisar el álbum, el Pontífice exclamó "¡Qué destrucción!"
Libertad de los católicos
A través de un comunicado, la Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer que tras la visita al Santo Padre, el Presidente chipriota visitó al Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado Vaticano.
“Los cordiales coloquios han permitido un intercambio de informaciones y de opiniones sobre la actual situación de Chipre y sobre las perspectivas futuras, a la luz del compromiso de la comunidad internacional, reservando una particular atención a las condiciones en las que viven y trabajan las diversas comunidades cristianas de esa isla y constatando con satisfacción la libertad de la que gozan los fieles católicos”.
Asimismo, señala la nota vaticana, “por lo que concierne a Europa, se ha hablado fundamentalmente sobre los temas del proceso de integración europea y el diálogo entre las culturas y las religiones que favorezca el acercamiento recíproco”.
Por último “se ha tratado de la situación internacional y, en particular, de la acogida reservada por la República de Chipre a los prófugos con ocasión del reciente conflicto en Líbano”.