La Conferencia Episcopal Chilena (CECH) instó al Gobierno de Michelle Bachelet a hacer una opción clara por la vida y la dignidad de la mujer y no distorsionarlas con normas que marginan a la familia y atentan contra los no nacidos. Los obispos se refirieron así a las "Normas nacionales sobre regulación de la fertilidad", que plantean el reparto gratuito de la píldora del día siguiente entre adolescentes de 14 años de edad.
El 2 de septiembre el Presidente de la CECH, Mons. Alejandro Goic Karmelic, recibió personalmente de la Ministra de Salud el mencionado documento. En un comunicado emitido hoy, los obispos señalan que estas disposiciones no fueron consultadas con el país y aclaran que establecer "normas" para "regular" la fertilidad no debe ser una "acción unilateral del Ministerio de Salud" con la colaboración de "dos organizaciones representativas de una determinada tendencia ideológica".
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Asimismo, indicaron que antes de optar por la promoción de la anticoncepción y el ocaso de la maternidad, se requiere una opción clara por la dignidad de la mujer y la corresponsabilidad del hombre en la relación con la mujer y los hijos, con políticas trasparentes y no con leyes que buscan acabar con la maternidad y que "acogen realidades deplorables en el campo de la sexualidad".
Para la CECH, el documento regulador de la fertilidad recuerda las "políticas públicas fijadas en regímenes totalitarios que pretendían desde el Estado regular la vida íntima de las personas en función de criterios autoritarios, no consensuados, y reñidos con el respeto a la dignidad de la persona humana".
"Los pastores levantamos hoy nuestra voz en favor de la dignidad de la vida, porque lo sentimos un imperativo moral irrenunciable. Lo hicimos en una época cuando se perseguía y se amenazaba la vida de los adversarios políticos, invocando equivocadamente fundamentos acerca del bienestar social. Lo hacemos hoy, cuando se margina a la familia, se facilita el quiebre de las relaciones intrafamiliares y a veces se cierra la puerta a los niños concebidos y por nacer", afirman los obispos chilenos.
La CECH invitó también a los ciudadanos a estudiar y profundizar esta nueva normativa, señalando la importancia de que las comisiones del Episcopado, universidades, centros de pensamiento y expertos, hagan un "análisis exhaustivo" que aclare a la ciudadanía los "criterios errados" y sus efectos nocivos, porque las familias chilenas "no merecen las Normas nacionales sobre regulación de la fertilidad emanadas del Gobierno de Chile".