El canciller de la diócesis de Ndola (Zambia), P. Alick Mbanda, señaló que la Iglesia en ese país cumple un papel clave en la lucha contra el SIDA sin comprometer sus enseñanzas tradicionales, mientras que "el Gobierno ha hecho demasiado poco y demasiado tarde".
Durante su visita a la sede de la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre, el sacerdote explicó cómo los programas católicos para combatir el SIDA han sido vitales para alcanzar el descenso de VIH en un país en el que se estima unas 1,2 millones de personas infectadas en una población de unos 11 millones de habitantes.
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El canciller describió cómo la Iglesia ha solucionado la crisis distribuyendo medicinas contra el virus y promoviendo exitosamente la abstinencia mediante la integración del tema del SIDA en los programas de catequesis.
Con la ayuda de líderes laicos, la Iglesia ha elaborado programas de catequesis para jóvenes, en los que se aborda el riesgo del VIH, sobre todo, en relación con el comportamiento promiscuo. Los líderes animan a la gente que se quiere casar a hacerse primero la prueba del SIDA, y para los infectados, los obispos están diseñando un plan para una especie de granja donde puedan alojarse, recibir asistencia social y medicinas.
"Finalmente, hemos empezado a vislumbrar un pequeño progreso", comentó el P. Mbanda. "El número de personas infectadas no se ha incrementado, y gracias a la campaña que estamos llevando a cabo para solucionar el problema, las cifras por fin están cayendo", añadió y resaltó la importancia de la oposición de los obispos del país a los métodos anticonceptivos y la insistencia en la abstinencia:
"Hay algunas ONGs que dicen que la gente debería utilizar preservativos, pero el problema es que con los preservativos se da vía libre a la promiscuidad. De hecho, empeora el problema", recordó el sacerdote y recalcó la importancia de la fe en acción: "No podemos limitarnos a predicar el Evangelio y hablar sobre la Misa sin vivirlos. Vivir el Evangelio y predicarlo resulta difícil si no conectamos con los problemas de nuestros tiempos", precisó.