Al ofrecer la segunda conferencia de prensa sobre la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía, los padres sinodales descartaron la propuesta de algunos sectores de permitir la presencia de sacerdotes casados como solución a la falta de presbíteros, pues "el verdadero problema es la crisis de fe” y la carencia de éstos solo “un síntoma de esta crisis".
Así lo dieron a conocer los Cardenales y Presidentes delegados del Sínodo Francis Arinze, Juan Sandoval y Telesphore Toppo. También estuvieron presentes en la rueda de prensa el Arzobispo John Foley, Presidente de la Comisión para la Información y el Obispo Sofron Stefan Mudry, O.S.B.M., Vicepresidente de la misma Comisión.
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A la pregunta de un periodista, al final del evento, sobre la insistencia por parte de algunos en la ordenación de varones casados como supuesta solución a la escasez de sacerdotes en algunas regiones del mundo, el Cardenal Toppo respondió que "el verdadero problema es la crisis de fe; la falta de sacerdotes es un síntoma de esta crisis". “El sacerdocio es fruto de la fe de la comunidad, de la familia. Sin fe no hay sacerdotes”, sentenció.
En la misma línea, el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval, insistió en que “la falta de sacerdotes es un efecto y no la causa”, señalando como causas de esta escasez, “la falta de fe, la secularización, el cerrar la ventana al infinito”.
Asimismo, el Obispo ucraniano Mons. Mudry resaltó que a pesar de que en las Iglesias orientales católicas hay sacerdotes casados, esto no soluciona el problema anterior porque "también deben dedicar tiempo a la familia, al estudio, y es difícil que se puedan trasladar a otro lugar para continuar su misión si se lo pide el obispo".
Al referirse a los sacerdotes casados en la Iglesia de los países de Europa oriental, Mons. Mudry aclaró que “no tenemos nada contra ellos, conservaron la Iglesia durante el comunismo muy bien, y por lo tanto, le agradecemos su obra; sin embargo, la situación social actual hace que sean más un problema que otra cosa”, dijo.
Comunión a los divorciados vueltos a casar
Sobre la no admisión a la Comunión eucarística de las personas divorciadas vueltas a casar, el Cardenal Arinze señaló que la Iglesia "muestra compasión ante estas personas que sufren, y aunque no pueden comulgar –porque su situación no refleja la imagen de unidad entre Cristo y la Iglesia (el esposo y la esposa)–, siguen siendo miembros de la Iglesia".
“La Comunión no es algo que poseemos y la damos a nuestros amigos o a las personas que nos gustan o que sufren. Sacerdotes y obispos somos solamente ministros y debemos responder delante Dios”, añadió el Cardenal.
Inculturación: Liturgia no es “espectáculo” para distraer
Refiriéndose a la invitación en las intervenciones de estos días de una mayor homogeneidad de la inculturación, el Cardenal Toppo subrayó que ésta "es esencial, y es la expresión de la fe de un pueblo".
Por su parte, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y disciplina de los Sacramentos, Cardenal Arinze, lamentó que “cuando se dice ‘inculturación’ muchos piensan en colores, cantos, ni siquiera cantos serios sino en cantos que excitan un poco, de aquellos que van bien en el teatro, mas no en la Misa. Otros piensan en danzas africanas, sobre todo aquellos que no son de África y les piden danza a los africanos”.
Ante ello, el Purpurado aclaró que “si la inculturación quiere ser verdadera”, debe haber un estudio interdisciplinar muy serio que luego debe ser llevado a los obispos de las Conferencias Episcopales y al dicasterio respectivo para su evaluación. “Lamentablemente no sucede así”, dijo.
Por su parte, el Cardenal mexicano añadió que "lo importante es que los cánticos, la danza, el color, etc., ayuden a la interiorización, a unirse al Señor y que la ceremonia no se convierta en un espectáculo para divertir sin más".
“Es claro que la liturgia debe tener normas universales. La inculturación debe ayudar no a la diversión, sino a la interiorización. Si ayudan a que las personas puedan interiorizar y unirse al Señor, están bien. Si los distrae, no es justo”.
Finalmente, ante el requerimiento de los periodistas, se refirió a la Comunión eucarística de los políticos y afirmó que éstos “deben ser coherentes con sus decisiones y de ser católicos ser coherentes con la doctrina moral de la Iglesia Católica”.
La conferencia se realizó en la Oficina de Prensa de la Santa Sede después de la presentación de la “Relatio post disceptationem”, documento que resume brevemente los temas centrales de las discusiones de los padres sinodales.