Ante dos millones de feligreses, Papa reflexiona sobre el misterio de iniquidad CRACOVIA, 18 Ago 02 (ACI).- Hoy en la mañana, el Papa Juan Pablo II celebró la Santa Misa, en la explanada del parque Blonie a la que asistieron más de dos millones de personas, donde proclamó a cuatro nuevos beatos polacos, y negó los rumores de renuncia que circularon antes de su noveno viaje pastoral a Polonia. Durante la homilía, el Papa advirtió que el "misterio de iniquidad" marca la realidad del mundo y habló con firmeza sobre la "falsa ideología de libertad" que se está imponiendo, señalando que la Iglesia no puede callar ante esa "escandalosa propaganda de liberalismo, de libertad sin verdad y sin responsabilidad". Tras indicar que ante esta "experimentada" maldad el hombre vive el miedo al futuro, al vacío, al sufrimiento y teme la aniquilación, el Santo Padre exhortó a los polacos a no contagiarse por el materialismo de otros países desarrollados. Asimismo, el Pontífice explicó que "a menudo el hombre vive como si Dios no existiese e incluso pretende ocupar su puesto. Se arroga el derecho del Creador de interferir en el misterio de la vida humana, quiere decidir mediante la manipulación genética la vida del hombre y determinar el límite de la muerte". Luego, el Santo Padre afirmó, que rechazando las leyes divinas y los principios morales, el hombre atenta contra la familia, intenta callar la voz de Dios en el corazón de los otros hombres y pretende hacer de Dios "el gran ausente" en la cultura y en la conciencia de los pueblos. Al referirse a la solución de esta situación, el Papa resaltó que la única salida es que resuene con nuevo vigor el mensaje de la misericordia de Cristo. "Ha llegado la hora de que su mensaje llegue a todos, especialmente a los que se pierden en el misterio del mal. Hay que alcanzar una nueva civilización, la del amor", subrayó. "El mundo de hoy necesita enormemente la misericordia de Dios". "En cada continente, desde la profundidad del sufrimiento humano, parece surgir un llanto por el perdón", resaltó. Además, el Pontífice explicó que "donde se imponen el odio y la sed de venganza, donde la guerra lleva sufrimiento y muerte a los inocentes, se necesita la gracia de la misericordia para reconfortar las mentes y corazones humanos y para llevar la paz". Después, en un espontáneo diálogo con los fieles que participaron en la misa, el Papa puso su vida y ministerio en las manos de Dios. "Hasta la vista. Os quiero decir que os veré pronto, pero esto está totalmente en las manos de Dios", señaló. La multitud jubilosa respondió: "Te esperamos". Y el Santo Padre indicó que "lo encomiendo totalmente a la Divina Misericordia". Tras escuchar el himno del movimiento de jóvenes católicos Oasis, el Santo Padre recordó que "este canto lo escuché cuando dejé Polonia, hace 23 años. Resonaba en mis oídos cuando oí el veredicto del cónclave" en 1978, cuando fue elegido como sucesor de Pedro. "Lo
he escuchado durante todos estos años. Siempre me
ha recordado mi patria y me ha guiado por los diferentes
caminos de la Iglesia", resaltó.
Nuevos beatos El Papa Juan Pablo
II beatificó al que fuera arzobispo de Cracovia
Segismundo Felix Felinski (1822-1895); los sacerdotes
Jan Balicki y Jan Beyzym y la monja Sanzia Szymkowiak.
Con estos cuatro, Juan Pablo II ha proclamado en
sus casi 24 años de pontificado 1.294 beatos y también
ha proclamado 464 santos.
Foto histórica Este momento histórico
fue plasmado gracias a cinco cámaras de gran formato
con una fotografía panorámica de 280 grados, en
la que los protagonistas podrán reconocerse.
La gigantesca imagen fue idea de los fotógrafos Gdansk Slawomir Pultyn y Jerzy Rados, quienes anunciaron que la publicarán en forma de un gran afiche de 2 metros de alto y 26 de ancho. Pultyn y Rados explicaron
que "la foto quiere ser un testimonio de nuestro
tiempo, de los hombres y mujeres que viven en él.
Gente de toda condición profesional y social, reunidos
en un momento particular y extraordinario".
Santo Padre visita históricos y emotivos lugares CRACOVIA, 18 Ago 02 (ACI).- El Papa Juan Pablo II, tras culminar la Eucaristía, visitó la catedral de Wawel, de Cracovia, donde ofició su primera misa como sacerdote, y luego oró ante la tumba de sus padres y hermano en el cementerio de Rakowice. La visita inició en Wawel donde se ubica la catedral. En una capilla del templo celebró el por entonces Karol Wojtyla su primera misa como sacerdote. En la catedral, el Santo Padre rezó y leyó el breviario durante más de media hora ante el altar mayor y después recorrió subido en la peana móvil el templo. Luego, el Pontífice se dirigió al cementerio de Rakowice. Subido en el papamovil llegó hasta la tumba donde se encuentran enterrados su padre, su madre y su hermano. Desde el auto, el Papa
oró durante unos minutos, mientras un coro de monjas
cantaba. Asimismo, el Papa encendió tres velas, una
por cada miembro de su familia, que fueron colocadas
sobre la tumba.
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