BUENOS AIRES, 20 Dic. 00 (ACI).- ¿Por qué oponerse a la curación de embriones con fines terapéuticos? Según el experto en ética, Padre Julio Raúl Méndez, la respuesta es contundente: el embrión humano tiene derecho a la vida propia y no es lícito sacrificarlo.
El Padre Méndez, profesor titular de Etica y Deontología Profesional en la Facultad de Filosofía y Letras de la Pontificia Universidad Católica Argentina y Miembro de la Comisión Nacional de Etica Biomédica en representación de la Conferencia Episcopal Argentina, expresó que "el problema ético fundamental reside en la licitud de producir y/o utilizar embriones humanos vivientes para la preparación de células estaminales".
El sacerdote aclaró que "en base a un análisis biológico completo", el embrión humano viviente "es, a partir de la fusión de los gametos, un sujeto humano con una identidad bien definida. El estado actual de la genética nos muestra que a partir de la concepción ya se encuentra constituido un individuo que posee el genoma humano y sólo resta su desarrollo en el medio y con la alimentación adecuados, igual que el adulto o el niño ya nacido".
"Desde la concepción comienza su propio desarrollo, coordinado, continuo y gradual, de tal modo que en ningún estadio sucesivo puede ser considerado como un simple conglomerado de células", indicó.
En este sentido, precisó que "cualquier intervención que no sea en favor del embrión mismo, se transforma en un acto que atenta contra dicho derecho. Cada vida humana es 'no-disponible' como medio para cualquier voluntad humana; es un tercero a respetar y a asistir".
La clonación de embriones para obtener células estaminales o madres, por lesionar "grave e irreparablemente el embrión humano", trunca "su desarrollo, es un acto moralmente inaceptable".
En la experimentación científica, explicó, las acciones humanas "no pueden separarse sin quitarle dignidad humana a la acción" por lo que "la consideración ética no suprime el avance de la ciencia sino que lo estimula y lo conduce, buscando caminos que sean humanamente plenos. En este caso hay otras posibilidades abiertas, como las células estaminales del cordón umbilical, que no son individuos humanos y están siendo exploradas por los científicos".
Lo que sí se sabe desde hace varios años, explicó, es que "las células estaminales, es decir aquellas todavía no diferenciadas (en cerebrales, medulares, etc.) y con altísima capacidad de reproducción, ofrecen una posibilidad de experimentación para la probable solución de raíz de algunas enfermedades, aunque tampoco se conoce exactamente las derivaciones que puedan darse".
"Como en todos los casos de experimentación se procede por ensayos, errores y evaluación de los resultados. Nos encontramos frente a una posibilidad operativa pero queda discutir su aceptabilidad ética. No todo lo técnicamente posible es éticamente válido", agregó.