Fue elegido por los Once como apóstol para ocupar el puesto de Judas, tal como atestigua el libro de los Hechos (Hch 1, 15-26). No sabemos mucho más acerca de su vida, ya que después de este relato Matías no vuelve a ser mencionado.
La tradición refiere que San Matías predicó el Evangelio en Etiopía. La literatura apócrifa (como por ejemplo los "Hechos de Andrés y Matías") refiere que Matías fue hecho prisionero por antropófagos, fue cegado, posteriormente curado y liberado por Andrés y finalmente murió decapitado. Por ello se le representa con diversos atributos: la espada, las piedras, la alabarda, la cruz y el hacha, siendo este último el más predominante.
Por encargo de Santa Elena, sus reliquias fueron trasladadas a la ciudad de Tréveris (Trier) en Alemania. El Apóstol es patrono de esa ciudad, donde hay una basílica que lleva su nombre.
Su fiesta se celebra el 14 de mayo, y fue elegida por estar cerca de Pentecostés, pues la elección del Apóstol se produjo después de la Asunción y antes de la venida del Espíritu Santo.