San Bartolomé, cuyo nombre significa "hijo de Talmai" (nombre hebreo antiguo) es mencionado en sexto lugar en las tres listas de los apóstoles que se encuentran en los Evangelios sinópticos (Mt 10, 3; Mc 3, 18; Lc 6, 14) y en séptimo lugar en la lista de los Hechos (Hch 1, 13)
El nombre de Bartolomé podría no ser propio, sino que puede habérsele agregado para distinguirlo como "hijo de Talmai". Muchos eruditos lo identifican con Natanael (Jn 1, 45-51) dado que, como se dijo, Bartolomé puede no ser un nombre propio. Además el nombre Bartolomé nunca aparece en el Evangelio de San Juan, y Natanael no se menciona en ninguno de los Evangelios sinópticos. Por otro lado, en las listas de Mateo y Lucas está junto a Felipe, lo que concuerda con el hecho, narrado por San Juan, de que Felipe era un viejo amigo de Natanael y fue él quien se lo presentó a Jesús (Jn 1, 45).
Natanael también se encuentra en la aparición de Cristo resucitado en la costa del mar de Tiberiades, junto con varios apóstoles cuyos nombres son mencionados, "y otros dos discípulos" (Jn 21, 1ss). La palabra "apóstol" no aparece en el Evangelio de San Juan, y siendo que en este Evangelio San Juan se refiere a los apóstoles corrientemente como "discípulos", Natanael es, pues, uno de los Doce, al que los Evangelios sinópticos llaman Bartolomé. En efecto, en el Evangelio de la fiesta de San Bartolomé (Jn 1, 45-51) se narra el llamado de Natanael.
Según el martirologio romano, San Bartolomé predicó en la India y en Armenia, donde sufrió el martirio. Fue desollado vivo, y luego decapitado por el rey Astyages. De acuerdo a la tradición, este martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio, después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto. A causa de su martirio, a menudo se le representa en el arte como despellejado y teniendo su propia piel en la mano, tal como en el "Juicio Final" de la Capilla Sixtina.
Las reliquias de San Bartolomé fueron enterradas en la isla de Lipara. Eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia, y luego fueron llevadas a Roma por orden del emperador Otón III, en el siglo X. Ahora se encuentran en la iglesia de San Bartolomé, en la "Isola San Bartolomeo" del río Tiber. Su cráneo se venera en Francfort del Main, ciudad alemana de la que el Apóstol es patrono.
La fiesta de San Bartolomé se celebra el 24 de agosto. Se le suele representar llevando un cuchillo, instrumento de su martirio.