Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (Solemnidad)

junio 7, 2015

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Éxodo 24:3-8

    3Vino, pues, Moisés y refirió al pueblo todas las palabras de Yahveh y todas sus normas. Y todo el pueblo respondió a una voz: «Cumpliremos todas las palabras que ha dicho Yahveh.» 4Entonces escribió Moisés todas las palabras de Yahveh; y, levantándose de mañana, alzó al pie del monte un altar y doce estelas por las doce tribus de Israel. 5Luego mandó a algunos jóvenes, de los israelitas, que ofreciesen holocaustos e inmolaran novillos como sacrificios de comunión para Yahveh. 6Tomó Moisés la mitad de la sangre y la echó en vasijas; la otra mitad la derramó sobre el altar. 7Tomó después el libro de la Alianza y lo leyó ante el pueblo, que respondió: «Obedeceremos y haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.» 8Entonces tomó Moisés la sangre, roció con ella al pueblo y dijo: «Esta es la sangre de la Alianza que Yahveh ha hecho con vosotros, según todas estas palabras.»

  • Salmo Responsorial

    Salmo 116:12-13, 15-18

    12¿Cómo a Yahveh podré pagar todo el bien que me ha hecho? 13La copa de salvación levantaré, e invocaré el nombre de Yahveh. 15Mucho cuesta a los ojos de Yahveh la muerte de los que le aman. 16¡Ah, Yahveh, yo soy tu siervo, tu siervo, el hijo de tu esclava, tú has soltado mis cadenas! 17Sacrificio te ofreceré de acción de gracias, e invocaré el nombre de Yahveh. 18Cumpliré mis votos a Yahveh, sí, en presencia de todo su pueblo,

  • Segunda Lectura

    Hebreos 9:11-15

    11Pero presentóse Cristo como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. 12Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una redención eterna. 13Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, 14¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! 15Por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida.

  • Evangelio

    Marcos 14:12-16, 22-26

    12El primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?» 13Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: «Id a la ciudad; os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle 14y allí donde entre, decid al dueño de la casa: "El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?" 15El os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos para nosotros.» 16Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua. 22Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo.» 23Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. 24Y les dijo: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. 25Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.» 26Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.