Conozca la historia de una mujer que al enterarse que sobrevivió a un aborto entendió su misión y se convirtió en una firme defensora de la vida de los niños por nacer.
Para Rebecca Wasser-Kiessling ser abogada tiene un solo sentido: poder defender a quienes pugnan por nacer. Y es que ella, concebida en una violación y sobreviviente de dos intentos de aborto, ha decidido dedicar su extraordinaria vida a luchar en los tribunales por salvar a los no nacidos.
La historia: La vida de Rebecca dio un giro de 180 grados cuando cumplió 18 años de edad. Sus padres adoptivos decidieron revelarle la verdad sobre su origen, una verdad que asumió con coraje y madurez a pesar de su corta edad y que le valió descubrir la misión de su vida. Su madre biológica la concibió en una violación, trató de someterse a un aborto en dos ocasiones y, ante los intentos fallidos, decidió finalmente dar a luz a su bebé y entregarla en adopción.
La misión: Desde ese momento, relata, supo que debía dedicarse a defender el derecho a la vida, protegiendo a bebés que como ella podrían ser asesinados. Así, decidió estudiar en la Wayne State University Law School, y ahora graduada como abogada experta en derecho familiar, se dedica a defender esta causa en los tribunales y ante las más diversas audiencias, recorriendo el país con su conmovedor testimonio.
Su trabajo: Según afirma, conocer su historia la hizo definir su oposición al aborto y convencerla de que su trabajo estaba en los tribunales asumiendo casos en los que el aborto es el tema constante. Su estudio, el Wasser-Kiessling and Meech de Auburn Hills, tiene un vasto historial de victorias pro-vida que incluyen la representación de una mujer que fue demandada por su novio al negarse a someterse a un aborto.
No siempre: Sin embargo, no todo ha sido alegría en la carrera de Rebecca. Ella aún recuerda con tristeza el caso de violación e incesto que el año pasado involucró a una menor en Macomb County. La niña resultó embarazada y "el juez decidió que fuera trasladada a Kansas para un aborto", explica Rebecca. "Le indujeron un parto prematuro y dio a luz a un bebé muerto. Fue una derrota para la vida", afirmó.
Nueva tarea: Rebecca ahora está casada y vive con su esposo en Rochester Hills, donde se ha convertido en una integrante activa del Michigan Right to Life. Como miembro del comité de acción política del grupo, apoya en la identificación de los candidatos a cargos públicos que merecen la adhesión de los pro-vida. Según su declaración de principios, el comité "está compuesto por personas que creen y sostienen firmemente que la vida humana es una fuerza vital que tiene valor y dignidad. Para nosotros la vida merece la protección de nuestra Constitución y nuestras leyes".
Al servicio: Dentro de esta causa, Rebecca ha aprendido a distribuir su tiempo entre la familia, el trabajo y las iniciativas pro-vida. Sus apariciones en programas como "Good Morning America" y "Talk Back Live" de la CNN, reportajes en revistas y participaciones en programas de radio, la han convertido en un personaje admirado y signo de contradicción para la sociedad estadounidense, status que sabe emplear congregando a la mayor cantidad posible de gente en seminarios que ella misma dicta sobre alternativas al aborto y apoyo a mujeres con embarazos difíciles.
La verdad: En cada aparición pública, lo que Rebecca busca es lograr que la gente entienda la verdad sobre el aborto. "Simplemente, comparto mi vida con la audiencia y planteo la discusión sobre casos judiciales sobre el tema del aborto que han concentrado la atención nacional desde una perspectiva pro-vida". "Creo que de esa manera ayudo un poco a que la gente reflexione y entienda el debate sobre el aborto", concluye Rebecca.