Nuestra Señora la Virgen del Carmen
Patrona de BENIAJÁN (Murcia) - España
Beniaján, población
de 10.000 habitantes ubicada al pié de las
estribaciones montañosas que cierran el fértil
Valle del Segura, tiene desde antiguo una gran devoción
a Ntra. Sra. del Carmen. Resulta curiosa esta advocación
mariana en un lugar alejado del mar, aunque se explica
con una breve incursión en la agitada historia
de esta villa murciana.
Las primeras referencias arrancan en 1.585, cuando
unos frailes carmelitas fundan a las afueras de la
villa una pequeña ermita en honor de Nuestra
Señora. Pronto fue adquiriendo popularidad
entre los beniajanenses de la época, pues muchas
fueron las gracias atribuidas a la intercesión
de aquella Virgen, principalmente las referidas a
la protección de los cultivos. Se celebraban
romerías hasta su templo, convirtiéndose
en todo un referente de peregrinación para
los habitantes de la comarca.
Paralelamente, las frecuentes crecidas del Segura
venían asolando la población en repetidas
ocasiones devastando casi todo el nucleo urbano primitivo,
el cual se encontraba entonces junto al cauce del
río. Esto motivó que a partir del siglo
XVII los habitantes empezaran a reconstruir sus casas
en el lugar donde se enclavaba el templo carmelita,
en la falda de la sierra, ubicación que nunca
alcanzarían las riadas. Los beniajanenses ocuparon
pronto los alrededores del pequeño convento,
construyendo finalmente sobre el templo de Santa María
una nueva iglesia que vendría a sustituir a
la de San Juan el Viejo (antigua parroquia de la villa,
también muy dañada tras las sucesivas
riadas). Hay que decir que la nueva obra, por tratarse
de una parroquia de enorme influencia y poder en la
comarca, fue levantada con gran suntuosidad y muy
acorde al gusto barroco de la época.
En el templo se destinó una gran capilla lateral a la que ya
era considerada como Patrona de Beniaján, Ntra. Sra. la Virgen
del Carmen, encargándose una bellísima talla de la misma
al escultor Dupard (aunque en algunos escritos se atribuye a Salzillo).
La imagen, muy original en cuanto al conjunto de ángeles y ánimas
que la acompañan, está considerada una obra cumbre de
la imaginería barroca murciana. Desgraciadamente, durante la
Guerra Civil fue incendiada toda la iglesia y la talla de la patrona
fue pasto de las llamas. Pasada la contienda, se encargó una
fiel reconstrucción de la misma al escultor Sánchez Lozano
(utilizando los fragmentos de la antigua salvados de la quema), que
es la que actualmente se venera en su Santa Capilla. Como último
dato significativo, el 16 de julio de 1979 tuvo lugar la solemne coronación
de la imagen.
La villa de Beniaján y toda la comarca en la que se enclava sigue
teniendo una grandísima devoción a la Virgen del Carmen,
manteniéndose en la actualidad grandes fiestas en su honor en
torno al 16 de julio, muy tradicionales. Como actos religiosos sobresalientes
cabe señalar la Ofrenda de Flores, la Misa Huertana, la Misa
Mayor y la Procesión, congregando a miles de fieles.