1. ¿Ha querido Dios que el matrimonio sea "uno con una y para siempre"?
Sí, porque al instituir el matrimonio, Dios le dio unas características adecuadas a la naturaleza humana. Desde el principio quiso que fuera una unión exclusiva y permanente de un hombre con una mujer. Y Jesucristo mismo lo enseña con toda claridad: ¿No han leído que al principio el Creador los hizo varón y hembra y les dijo: por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne? Así, pues, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto lo que Dios unió no lo separe el hombre (Mt 19,4-6).
2. ¿Por qué desea Dios que esta unión sea estable y para siempre?
La unión estable y para siempre es necesaria para que crezca el amor entre los esposos y para garantizar el bien y la educación de los hijos.
3. ¿El amor se manifiesta en la fidelidad a las promesas?
Dios mismo se ha referido a la alianza con su pueblo con palabras de amor y fidelidad. Así como Dios ama a los hombres con un amor fiel y sobrenaturalmente fecundo, de modo parecido, la íntima alianza conyugal de vida y amor debe establecerse sobre el consentimiento irrevocable de los esposos.
4. ¿El amor de los esposos debe comprometer su futuro?
La donación física de los esposos sería un engaño si no fuese también una donación auténtica y total de sus personas, incluso de so futuro. Quien piensa -por ejemplo- en la posibilidad futura de una nueva unión "por si ésta no resulta", no se entrega totalmente, ni ama de verdad a su cónyuge.
5. ¿Es posible vivir en nuestro tiempo la indisolubilidad del matrimonio?
La fidelidad y la indisolubilidad matrimonial no es un sueño inalcanzable: así lo atestigua la experiencia de innumerables familias de todos los tiempos: la fidelidad no ha pasado de moda. Además, es muy conveniente respetar la indisolubilidad porque: se basa en la misma naturaleza del hombre y del amor conyugal; perfecciona la entrega mutua de los esposos; hace posible la mejor educación para los hijos; asegura la estabilidad mutua; favorece, la búsqueda de la felicidad; se identifica la pareja al plan original de Dios, confirmado y enseñado por Jesucristo.
6. ¿Es muy importante el testimonio de matrimonios estables y fieles?
Es muy importante que los jóvenes tengan testimonios de familias unidas y estables. Es un modo de transmitir seguridad a las jóvenes parejas y de mostrar el gran valor de la fidelidad matrimonial.
7. ¿Qué testimonio cristiano puede dar un esposo o esposa injustamente abandonado?
Los cónyuges
injustamente abandonados dan un importante testimonio cristiano
de auténtica caridad cuando, fruto de la fe y de la
esperanza, no consienten en una nueva unión matrimonial
por fidelidad a Dios y a su cónyuge, aunque éste
se comporte injustamente.
CATECISMO
DE LA FAMILIA
Y DEL MATRIMONIO
Padres Fernando Castro y Jaime Molina