Solucionar los problemas, se puede comparar a comerse un elefante, cuya única manera es partiéndolo en pequeños trozos. Si se analizan bien los problemas y se trocean, es posible que cada trozo, tenga una solución y tiempo diferente.
Algunos problemas hay que intentar solucionarlos, pensando al revés de su normal desarrollo. Empezando desde prever el final e ir marcha atrás, hasta hoy, previendo y situándose en el hipotético mundo, de las presentes y futuras consecuencias e influencias, en el conjunto de la vida de los hijos y de la familia. Es una muy buena forma de encararlo, al buscar las soluciones a las distintas fases del problema, desde el prisma del momento actual y futuro.
Los padres tienen que centrarse, tanto en las soluciones, como en los problemas. Las soluciones tienen que definirse en forma, tiempo y lugar, además de complementarlas con las preguntas de ¿por qué, para qué, cómo y cuándo?
Los problemas están presentes, los hayamos descubierto o no, llegarán cuando menos los esperemos, o cuando hayamos calculado que llegue. Pero llegar, llegan. Lo importante es prepararse para su llegada, su resolución y asumir o luchar contra las consecuencias. Hay que intentar que no nos superen, hundan o paralicen, pues entonces, es mucho más difícil salir de ellos.
Siempre parece que el problema de hoy, es mucho más importante, intenso y difícil, que todos los que hubo anteriormente. Cada problema se soluciona de una manera e intentamos que pasen al olvido, aunque sus consecuencias o soluciones, hayan quedados fijados en algún punto de la memoria. Pero el problema que llega hoy, es el que nos puede quitar la calma, sin pensar que otros problemas anteriores, también lo hicieron, pero que con la perspectiva de lo pasado, ya nos parece que no eran tan importantes, en relación con lo que en su momento creímos.
Es conveniente repasar lo que ocurrió y la angustia que pasamos, comparándolos con los problemas actuales y ver que, le estamos dando demasiada importancia o que las soluciones que les dimos, podrían aplicarse hoy también. Así cuando pase el tiempo, nos demostrará que siempre sale el sol, después de las tormentas, aunque a algunos les dejen empapados, si no han sido prevenidos.
Los “hijos trofeo” son los que sirven a los padres, para exponerlos ante la sociedad, mostrándolos como signos externos de riqueza. Suelen ser las consecuencias, de las frustraciones personales o colectivas, que creen que van a solucionarse, con la imagen de los padres proyectada en sus hijos. Será muy difícil que los padres puedan prevenir, afrontar y solucionar los problemas que produzcan esos “hijos trofeo”, pues los mismos padres, irresponsablemente, son los que les han inducido a crearlos, ya que les han rodeado de lo máximo que pueden darles, e incluso de lo que no deben darles, ni les hace falta.
Los 10 principales problemas de los hijos, con los padres: (La intensidad, frecuencia, negociación y consecuencias, dependerán de la edad física y mental de cada uno de los hijos).
1. Sobre la aceptación de la autoridad de los padres.
2. Sobre la administración del dinero, que quiere percibir y lo que necesita, o quiere que le compren.
3. Sobre la calidad y tratos con sus amistades.
4. Sobre la desviación y obediencia a las normas familiares.
5. Sobre la formación religiosa y social.
6. Sobre las relaciones con los otros familiares: Abuelos, tíos, primos, etc.
7. Sobre las relaciones y comparaciones, con los otros hermanos y familiares.
8. Sobre los estudios. Dedicación, horarios, disciplina, resultados, profesores, etc.
9. Sobre los horarios de levantarse y llegada a la casa.
10. Sobre llevar un plan de vida familiar, escolar y social, previamente negociado.
Los problemas son cuestiones, hechos, disgustos, preocupaciones, situaciones o circunstancias, que están sin aclarar y que es difícil o dudoso, encontrar sus soluciones. Aunque algunos tengan una sóla, otros tienen múltiples, pues si no, no serían problemas, serían hechos irresolubles. El asunto es encontrar la más adecuada a las personas y a las circunstancias.
Los problemas llegan atropellándose, unos encima de otros, casi siempre sin avisar. Lo que no se suele saber, a no ser que se haya previsto, es cómo, cuándo y por qué vienen. Hay que tener previstas con anticipación, las soluciones de los posibles problemas, que pudieran llegar. Si no se tienen previstas las soluciones, se debe salir a buscarlas inmediatamente, mucho antes de que los problemas se enquisten, consoliden o se hagan añejos y de difícil solución.
Las 20 principales preguntas ante los problemas:
1. ¿A quién le corresponde solucionarlo?
2. ¿Atraigo los problemas, porque soy problemático con mis actitudes de vida?
3. ¿Cómo nos afectan los problemas y sus consecuencias presentes y futuras, a mi cónyuge, a mí, a los hijos, a la familia, a los amigos y a la sociedad?
4. ¿Con quién he consultado el problema buscando soluciones?
5. ¿De qué forma voy a convivir con el problema, si no lo soluciono?
6. ¿Es siempre o casi siempre, la misma persona o circunstancia, la que produce el problema?
7. ¿Hay disposición para cumplir las soluciones recomendadas o acordadas, para corregir los problemas?
8. ¿He aceptado o enfrentado, las realidades de los problemas?
9. ¿He analizado cuál es la causa, por los que han podido surgir los problemas?
10. ¿He analizado las ventajas e inconvenientes, de las posibles situaciones presentes y futuras, producidas por el problema?
11. ¿He analizado, definido, desglosado o desmenuzado sin pasión, los problemas lo más concretamente y en tantas partes, como se pueda hacer?
12. ¿He buscado y encontrado soluciones razonables y viables a los problemas, que estén al alcance de la mano y que no sean quimeras?
13. ¿He confundido los deseos con las realidades, frente a los problemas?
14. ¿He tratado de buscar, si se pueden sacar algunos beneficios de los problemas?
15. ¿Me doy cuenta que cuando no me enfrento al problema, con soluciones razonables, este se agranda más y es más difícil solucionarlo?
16. ¿Me he rebelado interna o externamente, contra los problemas?
17. ¿Me meto constantemente en problemas, que luego no puedo solucionar?
18. ¿Por qué tengo ese problema?
19. ¿Preveo los problemas que pueden ocurrirme y preparo con anticipación, las posibles soluciones?
20. ¿Quién ha sido el responsible de la causa del problema?
Los padres “habriaqueístas” y “ojalahubieraístas” son los menos eficientes,cuando se tienen que enfrentar al tener que buscar soluciones a los problemas reales, presentes o futuros de los hijos. ¿Qué habría sucedido si hubiéramos o hubieran hecho las cosas, de otra manera? Pero no se han hecho como hubiéramos querido. Se han hecho, como se han hecho. ¡Ojala hubiera habido otra forma de hacer las cosas! Es una pérdida de tiempo, alejarse de la realidad y pasarse el día pensando, en cómo deberían haber sido las cosas.
Los padres no deben permitir contaminarse del “habriaqueísmo” ni del “ojalahubieras”, si no tratar de idear, encontrar, planear y proyectar las soluciones concretas, ante problemas bien definidos. Pero esto requiere mucho esfuerzo, si no se está muy bien educado en las virtudes y valores humanos, principalmente en alegría, fe, esperanza y amor.
Los padres nunca deben cansarse de hacer propósito y planes, para prever los posibles problemas, que les pudieran llegar a través de los hijos. Si no aciertan a la primera, deben volver a intentarlo, todo antes de perder la sensibilidad necesaria, para saber localizar los problemas y las soluciones. No deben seguir cerrando los ojos, pactando con un sistema, simplemente porque“Aquí así funciona”, o porque “Todos lo hacen”, “Es mucho más cómodo”. Siempre hay una alternativa, con palabras o acciones, para encontrar las soluciones correctas, pues la educación en la familia, está llena de sacrificios, caídas, esfuerzos y alzadas.
Los 16 conceptos clave para manejar los problemas con los hijos:
1. Analizar los problemas y errores propios, para esforzarse en cambiarlos, mucho antes de buscar soluciones a los problemas de los hijos, pues es posibles que los padres, sean la causa o el efecto, de los problemas de los hijos.
2. Buscar opciones y soluciones. Enseñar a los hijos, a no conformarse con las primeras ideas de respuestas que aparezcan, sin haber colaborado previamente en las “tormentas de ideas” compartiéndolas entre toda la familia.
3. Conocer profundamente a cada uno de los componentes familiares, para que cuando llegue la hora de los análisis y soluciones, haya ya un camino abierto para ellas.
4. Demostrar empatía e identificación mental y afectiva, que incluya la actitud positiva con él o los hijos, que han causado el problema, aceptando que los cambios, forma parte del desarrollo de la vida de todos.
5. Desarrollar la capacidad de adaptación familiar, para afrontar los problemas, evitando que ellos anulen o desborden, la disposición de los padres para buscar las mejores soluciones.
6. Enseñar a dialogar. Fomentándoles la habilidad, para que dialogando sepan convencer, explicar y persuadir las ideas que expongan.
7. Entusiasmar sin decaimiento ni desánimo, para resolver los problemas, pensando en los futuros beneficios, de la posible desaparición de los contratiempos.
8. Evaluar y analizar los puntos fuertes y los puntos débiles del problema, y de cada uno de los miembros familiares a los que atañe o van a atañer, las incertidumbres.
9. Evitar tener miedo a intentar resolver los problemas. Solamente hay que tener miedo, si se carece de la valentía de preverlos e identificarlos y de analizar las soluciones.
10. Fomentar la creatividad y la curiosidad, para examinar el entorno y así poder extraer ideas, que luchen contra la incertidumbre y que ayuden a tener una mente despierta constantemente, en la búsqueda de nuevas soluciones, a los problemas de siempre y a los futuros.
11. Incrementar el criterio, la ponderación y el espíritu selectivo, para que sepan y puedan analizar, todas las partes que componen el problema, así como las posibles soluciones y repercusiones. A poder ser con ejemplos concretos, de situaciones reales.
12. Organizar la familia, tanto en la parte de la planificación de los proyectos y actividades, como en la exposición de las ideas, pues así se pueden evitar las frustraciones.
13. Promover la comunicación familiar, dejando hablar a los hijos y alentándoles, a que se expliquen con todos los detalles, sin interrupciones y sin escatimarles el tiempo, de forma que se sientan cómodos, en su forma de expresión.
14. Rechazar el pesimismo y la indecisión, aunque haya incertidumbre del futuro, para que se pueda apreciar, más oportunidades de alternativas y soluciones de los problemas.
15. Resistir ante las adversidades e incertidumbres que crean los problemas, para con flexibilidad poder hacerles frente y sobreponerse a ellos, para buscar la forma de salir reforzado.
16. Trabajar en equipo. Para la búsqueda de soluciones a los problemas. La familia tiene que ser un bloque unido, para que sea indestructible.
Las 29 mejores sentencias sobre la resolución de los problemas:
1. Cuando atrasamos la cosecha, los frutos se pudren, pero cuando atrasamos los problemas, no paran de crecer.
2. El hombre se descubre, cuando se mide con un problema.
3. El modo de resolver los problemas, es enfrentarse a ellos.
4. En la práctica, sólo es problema, lo que la inteligencia puede resolver.
5. Hay que apresurarse siempre, hacia la solución de los problemas, para que no se hagan viejos.
6. La cooperación no es la ausencia de problemas, si no el medio para resolverlos.
7. La formulación o descubrimiento de un problema, es más importante que su solución.
8. La mayoría de personas, gastan más tiempo en hablar de los problemas, que en afrontarlos
9. La vida no es dejar que pase el problema. Es aprender a solucionarlo.
10. Los problemas existen desde siempre. No hay que tratar de evitarlos, si no de entenderlos, para solucionarlos.
11. Los problemas presentan la oportunidad, de dar el máximo esfuerzo.
12. Los problemas son frecuentemente, las herramientas con las que Dios nos adapta, para dar un paso adelante.
13. Los problemas son mensajes que hay que saber descifrar, para solucionarlos.
14. Los problemas son oportunidades, para demostrar lo que se sabe.
15. Los problemas, como los elefantes, solamente se puede comer a trocitos.
16. No hay ningún problema que no ofrezca, el regalo de la solución.
17. No hay que buscar culpables, si, soluciones.
18. No podemos evitar cometer errores, pero si podemos poner constantemente atención, para tratar de evitarlos.
19. No resolver los problemas, es garantizar un problema mayor.
20. Para los problemas hay que ponerse la venda, antes que la pedrada.
21. Plantearse los menos problemas posibles, es la única manera de resolverlos.
22. Prevenir los problemas, es casi curarlos de antemano.
23. Quien sabe resolver problemas, es menos eficiente, que quien sabe evitarlos.
24. Se requieren nuevas formas de pensar, para resolver los problemas creados, por las viejas formas de pensar.
25. Sí a causa de un problema, se convocan muchas reuniones, las reuniones llegarán a ser, más importantes que el problema.
26. Si un problema puede plantearse, también puede resolverse.
27. Sólo hay una manera de ser feliz y es dejando de preocuparse por los problemas, que están fuera de nuestro control.
28. Son los problemas sin resolver, no los resueltos, los que mantienen activa la mente.
29. Un problema deja de serlo, si no tiene solución.
Fuente: blog.micumbre.com