¿Los padres que soluciones tienen para sobrevivir con hijos adolescentes agresivos y desafiantes? ¿Son los padres responsables o victimas de los hijos consentidos y mal educados? ¿Se puede educar en el respeto familiar, la transmisión de valores religiosos, cívicos y humanos?
Estas preguntas me las ha hecho mi amigo Cumbrero que tiene tres hijos casados y siete nietos. Todos marchan normalmente a excepción de dos adolescentes de 15 y 14 años, chico y chica respectivamente que están haciendo la vida imposible a sus padres, hermanos e incluso a los familiares.
Mi amigo esta desesperado por lo que sufre y lo que ve sufrir a sus hijos por el agresivo comportamiento de esos dos nietos.
Es cierto que ambos padres les han dado todo lo que los niños han querido desde su más tierna infancia. No había ninguna negativa a los caprichos de los niños por muy disparatados que fueran. Todo lo que querían, se lo daban inmediatamente, aunque los padres se lo tuvieran que quitar de la boca. Incluso les reían las gracias de sus peticiones.
Seguramente era para disipar remordimientos de la falta de dedicación u otras actividades menos claras. Pero el caso es que los niños se han criado a todo lujo y con todos los caprichos resueltos. Ahora no hay quien aguante a esos adolescentes.
Castigos, reprimendas o recomendaciones no había ninguno, es mas, aunque hubieran hecho una barrabasada nunca les dejaban sin ir a buenos restaurantes con los padres y allí escoger los platos mas caros e incluso sabiendo que solamente los iban a probar e iban a dejar la mayoría sin comer. Veían todas las películas de estreno que los niños querían. Los padres creían que así les estaban educando en la libertad de elección. Las ropas y zapatos de marca los elegían los niños y normalmente eran los más caros porque eran los de moda en el colegio. El cine, los conciertos, campamentos de verano, viajes con el colegio, viajes a visitar a familiares y otras gratificaciones eran lo normal, aunque hubieran tenido un mal comportamiento en casa y en el colegio. Ellos tenían que tener lo que los padres no habían podido tener. La vida ya les enseñará, decían los padres.¡Pobrecitos!
Estos jóvenes están acosando continuamente a sus padres y chantajeándoles con las cosas más inverosímiles, desde pedir un regalo para no portarse mal en una futura reunión familiar o para no faltar a la escuela con excusas, pasando por exigir premios por el aprovechamiento en los estudios y por el mantenimiento del poco orden que hay en la casa.
Estos nietos imponen sus propias leyes en la vida familiar, dan órdenes a sus propios padres. Los padres tienen que pensar que aunque hayan tenido y tengan, una política de consentimiento total de sus hijos, siempre están a tiempo de pensar en nuevas alternativas al desastre educacional en el que están metidos. No hay recetas mágicas, solamente hay una voluntad firme de cambiar las cosas mediante la petición de consejos a los profesionales y tener el firme propósito de enfrentarse a la realidad de la educación que han dado a los hijos, para evitar que los desastres, que ya han creado, tengan las menores consecuencias en la vida pública futura de sus hijos. Ahora casi el 100% de los problemas que produce esa mala educación dada, se queda dentro de la familia, pero dentro de muy pocos años, las consecuencias de la mala educación, las tendrán que enfrentar frente a la sociedad. Una sociedad que a la larga no perdona el mal comportamiento, ya que muchas veces se enfrentan personas de las mismas malas condiciones educacionales. Las consecuencias ante la sociedad son en muchos casos irreversibles y no vale decir que la culpa la tuvieron los padres, por haberme educado lleno de consentimientos, sin ninguna responsabilidad. Los embarazos prematuros, la entrada en las drogas, el abandono escolar, los robos en la familia y las bandas juveniles solo son unas pocas consecuencias de lo que ya se ve venir.
Cada vez hay más niños que acosan a sus padres, pues conocen sus puntos débiles. Son niños que siempre fueron consentidos en hacer lo que quisieron y que no tiene conciencia de los límites han de tener en una convivencia familiar. Son desafiantes continuamente, dan órdenes a sus padres o les ridiculizan delante de otras personas. Quieren continuar imponiendo sus propias leyes incluso llegando a la violencia.
Cuantas veces se acordarán los padres que no educaron a sus hijos en el respeto y en el afecto, que no les transmitieron los valores morales, que no escuchaban a los hijos, que no les enseñaron a aprender a distinguir entre lo que es la obligación de la manutención familiar y el exigir los regalos desmesurados.
Soluciones:
- Enseñar con el ejemplo: Muchos padres no han enseñado estas cosas a sus hijos por que para enseñarles hay que predicar con el ejemplo. Para transmitir valores hay que practicarlos previamente. Y si estaban llevando una vida desordenada moral, familiar y económicamente. ¿Cómo van a ensañar nada? Si derrochaban el dinero en ropas, restaurantes, viajes innecesarios, objetos que no servían para nada, excepto el placer de la gratificación de la compra. ¿Cómo iban a enseñar la virtud del ahorro? ¿De la responsabilidad? ¿De la moderación? ¿De la paciencia? ¿De la tolerancia? ¿Del sufrimiento? ¿De todo lo que supone la austeridad?
- Respeto con los mayores: Si los padres ignoraban a los abuelos y hacían comentarios jocosos sobre ellos. ¿Que es lo que sus hijos iban a aprender? Si bebían y comían demasiado como les iban a dar ejemplo de templanza. Y así sucesivamente.
- Unidad familiar: Si los padres hacen cada uno lo que le apetece, procurando no coincidir en la casa, al alegar visitas a amigos o a familiares o compras urgentes. ¿Como iban a enseñar a sus hijos el concepto de unidad de una familia?
- Orden: Si los padres son desordenados y tienen la casa desordenada, ¿Que es lo que pueden enseñar sobre ordenar las habitaciones a los hijos, los horarios y tareas escolares y familiares?
- Economía: Si los padres no practican el concepto del ahorro familiar y gastan mas de lo que ganan, teniendo problemas con las deudas en las tarjetas de crédito. ¿Cómo les van a enseñar a los hijos a ser ahorradores y el valor de lo que cuestan las cosas?
- Diferencias matrimoniales: Si los padres no negociaban sus conflictos matrimoniales en el silencio de su intimidad y siempre lo hacen a grito limpio en presencia de los hijos, van a dejar una huella indeleble de la forma de actuar en los enfados. ¿Por qué no van a ser irascibles cuando son contrariados?
- Educación positiva: Basada en los siguientes pilares: Afecto y reconocimiento. Diálogo, escucha y compresión. Autoridad aplicada desde la competencia y la ecuanimidad. Coherencia y sentido común. Respeto y valores humanos. Todos estos pilares los trataré en otros artículos.