O Jesús, que vives en María, ven y vive en tus servidores con tu espíritu de santidad, la plenitud de tu poder, la realidad de tus virtudes, la perfección de tus vías, la comunión de tus misterios, y domina todo poder enemigo en la virtud de tu espíritu y para la gloria de tu Padre. Amén. (300 días de indulgencia, una vez al día. Pío IX, 1859).