Sólo Dios es dueño de la vida humana. Los hombres debemos respetarla. Matar voluntariamente a un ser humano inocente es pecado, ya será por homicidio, suicidio, eutanasia, violencia, guerra injusta o aborto, aunque el cadáver sea muy pequeño.
También es pecado contra el quinto mandamiento: odiar, guardar rencor, enemistad, desear mal, insultar, mirar con malos ojos y escandalizar.
Lo propio del cristiano es amar, porque Dios es amor. Si aprendemos a amar, no nos costará perdonar de corazón cuando alguien nos ofende.
Esto no impide el derecho y el deber de la persona y de la sociedad a la legítima defensa. Por eso, las legítimas autoridades pueden imponer justas penas a los agresores e incluso, recurrir a la pena de muerte en caso de extrema gravedad, agotados todos los medios incruentos que serían más conformes con la dignidad de la persona humana.
¿Qué nos manda el quinto mandamiento de la Ley de Dios?
Nos manda amar y respetar la vida humana, desde el momento de la concepción hasta su término natural, porque la persona humana ha sido amada por Dios por sí misma, por haberla hecho a su imagen y semejanza.
¿Quién peca contra sí mismo, según el quinto mandamiento?
Peca contra sí mismo, quien se quita la vida por el suicidio o se mutila, quien pone en peligro su vida sin necesidad, quien se embriaga o se droga y el que por desesperación se desea la muerte.
¿Es pecado grave el aborto?
Sí, el aborto es un pecado grave porque se trata de un crimen, ya que consiste en matar a una persona inocente, aunque el cadáver sea muy pequeño.
¿Es pecado la eutanasia?
Si, la eutanasia es pecado grave porque, en definitiva, es matar a una persona.
¿Qué es el escándalo?
El escándalo es toda palabra, obra u omisión que incita a otros a pecar.